Benno Besson: "Políticos, Prensa y directores marginan al público"

El director teatral suizo Benno Besson, de 66 años, está por primera vez en España para presentar su montaje El teatro de verdor, de Elie Bourquin, dentro del VII Festival de Teatro de Madrid. Besson, considerado como uno de los grandes directores de escena europeos y actual director de la Comedia de Ginebra, afirma que los políticos, la Prensa y los directores de escena están unidos en un juego de autobombo, en el que han marginado al público.

La biografía de Besson está marcada por su estancia a lo largo de casi treinta años en Berlín Este, donde fue uno de los más sólidos directores ...

El director teatral suizo Benno Besson, de 66 años, está por primera vez en España para presentar su montaje El teatro de verdor, de Elie Bourquin, dentro del VII Festival de Teatro de Madrid. Besson, considerado como uno de los grandes directores de escena europeos y actual director de la Comedia de Ginebra, afirma que los políticos, la Prensa y los directores de escena están unidos en un juego de autobombo, en el que han marginado al público.

La biografía de Besson está marcada por su estancia a lo largo de casi treinta años en Berlín Este, donde fue uno de los más sólidos directores del Berliner Ensemble, al lado de Bertolt Brecht, y por su pasión por detenerse y crecer a través de puestas en escena de Shakespaere y los clásicos griegos. El que en los años cuarenta buscara obras antifascistas para montar le llevó a realizar las primeras traducciones y puestas en escena de Bertolt Brecht, a quien conoce en 1948 en Zúrich. Un año después, el mítico director alemán le contrata para el Berliner Ensemble. "Me fui", comenta Besson, "para estar allí un par de temporadas, y tardé casi treinta años en irme". Las razones para abandonar su residencia en Berlín Este fueron exclusivamente personales, a lo que se unía el deseo de trabajar en su lengua materna.

Cuando compara el teatro de los años cuarenta y cincuenta con el actual no ignora que la explosión del cine y la televisión se ha producido en detrimento del arte escénico: "A ello hay que unir que estos hechos han provocado que el texto se fuera despreciando". Respecto a la moda europea de realizar montajes extremadamente caros y superproducciones épatantes, Besson piensa que en estas nuevas formas de hacer hay escondida una finalidad política: "Hay una especie de lucha", comenta Besson, "entre políticos, Prensa y directores de escena en la que todos ellos se han distanciado de las necesidades del público, al que no dejan jugar ningún papel". Según Besson, los medios de comunicación se dedican a hablar mucho y bien de las macroproducciones; los políticos, deseosos de figurar en la Prensa, se ponen a avalar con diferentes apoyos esos montajes, y los directores de escena aprovechan esa circunstancia: "Se pasan la pelota de unos a otros, y el perjudicado es el público, del que yo no puedo prescindir, por lo que me niego a entrar en ese juego".

Para Besson, su profesión le hace mantener una viva capacidad existencial: "El teatro debe enseñar a vivir o a morir, y eso es lo que tiene que aportar con respecto al arte de vivir, así como aportar esa capacidad de los buenos actores para poder ser observados y aprehendidos por el público. Esa es una buena base para que la realidad del público, hoy profundamente ignorada, se ponga en juego".

Besson, que, aunque ha montado numerosas obras contemporáneas, ha dirigido insistentemente a Shakespeare- y a los clásicos griegos, acude a España con El teatro de Verdor, obra de Elio Bourquin, único autor contemporáneo francés al que Besson ha puesto en escena. El montaje cuenta con la escenografía y vestuario de Jean Marc Stehle, prestigiado profesional que trabaja habitualmente para la Comedia de Ginebra. En el reparto se encuentra, además de Gilles Privat y Sami Frey, la actriz, escritora y cineasta Colline Serreau, directora de la película Tres solteros y un biberón, con la que el pasado año batió récords de taquilla en Francia.