La CE propone un sistema de primas para hacer frente a las cosechas excedentarias

Tres semanas antes de la cumbre que los doce celebrarán en la capital belga, los ministros de Agricultura de la Comunidad Europea reanudaron ayer por la tarde su negociación sobre la contención del gasto agrícola responsable, en parte, del fracaso en diciembre de la anterior reunión en Copenhague de los jefes de Estado y de Gobierno de la CE.Los Estados miembros habían logrado hasta ahora ponerse de acuerdo sobre la introducción de estabilizadores, un mecanismo que prevé una reducción del precio de compra garantizado cuando se supera un techo de producción para casi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tres semanas antes de la cumbre que los doce celebrarán en la capital belga, los ministros de Agricultura de la Comunidad Europea reanudaron ayer por la tarde su negociación sobre la contención del gasto agrícola responsable, en parte, del fracaso en diciembre de la anterior reunión en Copenhague de los jefes de Estado y de Gobierno de la CE.Los Estados miembros habían logrado hasta ahora ponerse de acuerdo sobre la introducción de estabilizadores, un mecanismo que prevé una reducción del precio de compra garantizado cuando se supera un techo de producción para casi todos los productos agrícolas excedentarios excepto para los cereales y semillas oleaginosas, sobre los que permanecían enfrentados especialmente Francia y Alemania Occidental.

Para intentar superar estas divergencias, la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la CE, ha propuesto ahora una medida complementaria consistente en conceder una prima, cofinanciada por Bruselas y el Estado miembro afectado, a cada agricultor que acepte dejar en barbecho al menos la quinta parte de sus tierras, lo que permitiría ahorrar 37.000 millones de pesetas anuales en el presupuesto comunitario.

Pero si el proyecto como tal ha sido bien acogido por los doce, sus modalidades de aplicación suscitan fuertes discrepancias, y Madrid ha sido justamente una de las capitales más reticentes a la iniciativa por considerar que, en el caso de España, no puede tener un carácter obligatorio, sino voluntario, al estar la Península Ibérica parcialmente amenazada de desertización.

El ministro español de Agricultura, Carlos Romero, se opone al que la prima sea inicialmente financiada con cargo a los fondos de ayuda a las regiones pobres de la CE.

Archivado En