De ultraizquierdista a desertor

El mayor (comandante) Roger Miranda, que desertó a Estados Unidos en octubre, cuando ocupaba en Nicaragua el cargo de jefe de gabinete del ministro de Defensa, general Humberto Ortega, militó en Chile en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en los tiempos del Gobierno de la Unidad Popular y, durante su exilio en Puebla (México), participó en la política de grupos ultraizquierdistas universitarios. El corresponsal en Puebla del diario mexicano La Jornada investigó la conexión poblana del mayor Miranda. Los resultados del trabajo periodístico, basado en testimonios de compañeros de Mi...

El mayor (comandante) Roger Miranda, que desertó a Estados Unidos en octubre, cuando ocupaba en Nicaragua el cargo de jefe de gabinete del ministro de Defensa, general Humberto Ortega, militó en Chile en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en los tiempos del Gobierno de la Unidad Popular y, durante su exilio en Puebla (México), participó en la política de grupos ultraizquierdistas universitarios. El corresponsal en Puebla del diario mexicano La Jornada investigó la conexión poblana del mayor Miranda. Los resultados del trabajo periodístico, basado en testimonios de compañeros de Miranda en sus días de exilio en Puebla, son curiosos.

La llegada de Mirandaa México data de fines de 1973 o principios de 1974, después de su aventura chilena. Miranda llegó procedente de Chile y tenía una grave herida de bala. No hablaba mucho de su herida, pero parece que el militante del MIR estudiaba Economía en la universidad de Chile. En una acción, una bala, al rebotar en un refrigerador, se le incrustó en el glúteo dañándole la pelvis, una parte de la pierna y sus órganos genitales. La primera aparición pública de Miranda en la universidad Autónoma de Puebla (UAP) de la que se tiene noticia fue con ocasión de un debate sobre el conflicto chino-soviético. Miranda tomó partido por las posiciones maoístas. Se re cuerda que Miranda "era notorio por su personalidad su liderazgo. Llegó un mes después de iniciados los cursos y cojeaba visiblemente", se graduó con calificaciones excelentes y destacaba por su preocupación académica y su desprecio por la literatura y la música. Escribió con otros una tesis de licenciatura titulada Explotación, dominación y lucha en el caso de los telefonistas. Uno de los coautores de la tesis recuerda que "a él sólo le gustaba escuchar a Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solís, y tomar tequila".Inspiración trotskista

Con otros tres compañeros nicaragüenses, que llegaron exiliados de Chile, formaron el Grupo Comunista Internacional, que sirvió de base al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en Puebla. El PRT todavía existe actualmente en México y está catalogado como organización de inspiración trotskista. Un compañero de entonces recuerda que entre los cuatro "siempre se acusaron de ser agentes de la CIA, se enfrentaban con facilidad, pero formaban parte del mismo grupo político". De los tres restantes miembros del grupúsculo una es investigadora en la universidad de Puebla, otro es profesor universitario y tiene un café-librería y el tercero murió cuando era jefe de seguridad en Managua.

Tras su exilio poblano, Miranda se sumó a la guerrilla sandínista contra Somoza y se convirtió en el comandante Faustino. Tras el triunfo sandinista escaló posiciones hasta llegar al despacho del ministro de Defensa. En Managua, Miranda recibía y atendía a sus amigos poblanos y les llevaba a su casa de campo en el lago Nicaragua.La víspera de su deserción, el pasado 24 de octubre, llamó a Puebla para anunciar su llegada a México. En la capital mexicana, Miranda se entregó a la Embajada de Estados Unidos.En estos momentos, Miranda, el revolucionario de los años setenta en Puebla y sandinista ejemplar de los años ochenta en Nicaragua, está en manos de la CIA y se espera que pronto surgirá un caudal de informaciones, producto de su traición.

Anticipo de Duarte

En declaraciones del presidente de El Salvador, Napoleón Duarte, en la convención nacional de su partido democristiano, se insinúa ya lo que parece un anticipo de las revelaciones del desertor Miranda. Dijo Duarte: "Tenemos toda la información sobre las vinculaciones de Nicaragua con la insurgencia salvadoreña" y, "llegado el momento, vamos a poner el dedo y señalar en qué casa de Managua se hacen los códigos militares y los planes de comunicaciones de la guerrilla salvadoreña".