SEGUNDO DÍA DE CRISIS EN LOS MERCADOS INTERNACIONALES

Barcelona cayó 18 puntos, pero la oferta de papel era suficiente para provocar un descenso de 30

El descomunal estornudo de Wall Street pasó por la Bolsa de Barcelona como un huracán. El índice general cayó 18,02 puntos, quedando a 185,97. No bajó más por la limitación que impide que las cotizaciones bajen más del 10%, en un solo día. Sin ese tope, el desplome hubiera revestido características de desastre, porque, según varios agentes de cambio y bolsa, "en el parqué ha habido papel como para una bajada superior a los 30 puntos". De hecho, en la sesión no hubo más que montañas de papel en venta y ningún dinero comprador Valencia y Bilbao, por su parte, perdieron más de 10 puntos, cada una...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El descomunal estornudo de Wall Street pasó por la Bolsa de Barcelona como un huracán. El índice general cayó 18,02 puntos, quedando a 185,97. No bajó más por la limitación que impide que las cotizaciones bajen más del 10%, en un solo día. Sin ese tope, el desplome hubiera revestido características de desastre, porque, según varios agentes de cambio y bolsa, "en el parqué ha habido papel como para una bajada superior a los 30 puntos". De hecho, en la sesión no hubo más que montañas de papel en venta y ningún dinero comprador Valencia y Bilbao, por su parte, perdieron más de 10 puntos, cada una.El síndico de Barcelona, Salvador Miras, reconoció que "no había ni un solo comprador: todos querían vender". Querían vender, además, de forma convulsiva: la primera vuelta se agotó en unos minutos, tal fue la avalancha de ventas registrada desde el primer momento. En la segunda vuelta, en la que cotizan los valores estelares de la jornada para acabar de definir posiciones, algunas acciones bancarias, de servicio y alimentación lograron mantener el tipo. A pesar de ello, en la práctica la sesión quedó cerrada prematuramente -aunque no se dio ninguna orden en tal sentido por parte del síndico- por acumulación de papel.

Más información

La impresión al término de la sesión era desoladora. Fuentes ejecutivas de la bolsa calificaban el día de "histórico" y expresaban su preocupación por lo que pueda suceder a partir de hoy: "Teóricamente, esta caída la han protagonizado los profesionales de la bolsa; ahora puede temerse la histeria definitiva por parte de los particulares". El secretario general de la bolsa, Jordi Planasdemunt, anunció que "los inversores novatos e imprudentes van a perder mucho dinero".

Los extranjeros venden

Planasdemunt culpó del siniestro a Wall Street y su cataclismo del lunes, lanzando un capote a los inversores extranjeros y en concreto al Kuwait Investment Office (KIO). Hay que señalar, sin embargo, que bastantes de las órdenes de venta emitidas ayer provenían de potentes grupos inversores extranjeros.

La desolación de los profesionales bursátiles se debía, sobre todo, al posible impacto psicológico de la caída sobre los particulares y a la ruptura de la feliz imagen ofrecida por el mercado en los últimos tiempos. El director comercial de la bolsa, Josep Maria Xercavins, lamentaba que el sueño dorado terminara justo cuando varias empresas preparaban su entrada en bolsa. "Es de esperar que algunas reconsiderarán su propósito o lo aplazarán hasta mejor ocasión".

Quien ya no puede aplazar y escogió la peor fecha fue la Empresa Nacional de Celulosas (Ence), del Instituto Nacional de Industria, que tras la sesión de ayer presentó en Barcelona su oferta pública de 3,6 millones de acciones (39,3% del capital) a un mínimo de salida del 670%. El vicepresidente del INI, José Manuel García Hermoso, admitió circunspecto que "tal vez no fuera el día más adecuado para ello".

Valencia, por su parte, perdió 11,12 puntos, mientras que Bilbao perdía 15,68 puntos, en sendas jornadas marcadas por el nerviosismo.

Archivado En