La necesidad de volver al hombre renacentista

"Hay que volver al hombre renacentista. Tenemos la obligación de ser cultos", dice el artista vasco Néstor Basterretxea, que hoy abre en Madrid su primera exposición antológica en el Museo Español de Arte Contemporáneo, de Madrid.Basterretxea es partidario de acumular oficios y experiencias, conocer las distintas herramientas de otras artes que sitúa alrededor de la pintura y escultura.

A lo largo de 35 años de actividad artística ha realizado cine, algo que Basterretxea considera como "un mural de tres kilómetros". Así nacieron los cortometrajes Pelotari y Alquezar y el largomet...

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"Hay que volver al hombre renacentista. Tenemos la obligación de ser cultos", dice el artista vasco Néstor Basterretxea, que hoy abre en Madrid su primera exposición antológica en el Museo Español de Arte Contemporáneo, de Madrid.Basterretxea es partidario de acumular oficios y experiencias, conocer las distintas herramientas de otras artes que sitúa alrededor de la pintura y escultura.

A lo largo de 35 años de actividad artística ha realizado cine, algo que Basterretxea considera como "un mural de tres kilómetros". Así nacieron los cortometrajes Pelotari y Alquezar y el largometraje Ama Lur, en 1965.

A partir de 1963, y durante 10 años, desarrolló su trabajo en el campo del diseño industrial, sobre todo en la decoración de hoteles y diseño de muebles. También practicó la fotografía experimental, con la que hizo una exposición en Bilbao en 1969.

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Experimentar

Esta necesidad de experimentar llega hasta sus últimos trabajos, una serie de collages (de los que figuran 40 en la antológica) a base de papeles artesanales.

"Se trata", argumenta el artista Vasco, "de una especie de interés por crear belleza. En una sociedad tan traumática y dramática tenemos el deber de dotar de belleza a la vida, crear ambientes de belleza. Antes era una época más reivindicativa y crítica. Ahora noto un verdadero placer por la sensualidad de la belleza. Hay que dejarse llevar con naturalidad y que los materiales te dicten".

"Estos papeles especiales son como una paleta nueva, con las posibilidades de su textura. Lo que siento es una sensación de belleza. Estoy empeñado en esta labor de crear ámbitos de belleza", concluye Néstor Basterretxea.

En la exposición también figuran una colección de siete tapices de la artista austriaca Françoise Aldave, realizados a partir de pinturas del artista vasco.

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