La rebaja del arancel de importación de maíz preocupa al Ministerio de Agricultura

El Ministerio de Agricultura está muy preocupado por las consecuencias que pueden tener para los productores de maíz españoles las sucesivas rebajas del arancel que grava la importación de este cereal en España decididas a lo largo del verano por la Comisión Europea. En el entorno a su titular, Carlos Romero, se teme un exceso de oferta y el consiguiente hundimiento de los precios del maíz en España con consecuencias perjudiciales para el sector, según fuentes allegadas al ministro.

La única solución para evitar esta situación hubiese sido, en opinión de las mencionadas fuentes, que alg...

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El Ministerio de Agricultura está muy preocupado por las consecuencias que pueden tener para los productores de maíz españoles las sucesivas rebajas del arancel que grava la importación de este cereal en España decididas a lo largo del verano por la Comisión Europea. En el entorno a su titular, Carlos Romero, se teme un exceso de oferta y el consiguiente hundimiento de los precios del maíz en España con consecuencias perjudiciales para el sector, según fuentes allegadas al ministro.

La única solución para evitar esta situación hubiese sido, en opinión de las mencionadas fuentes, que alguno de los dos comisarios españoles, Manuel Marín y Abel Matutes, bloquease en julio el procedimiento escrito mediante el cual se redujo el arancel en 5.560 pesetas por tonelada y se autorizó al comisario de Agricultura, Frans Andriessen, a rebajarlo en otras 1.807 pesetas, lo que hizo en agosto.En octubre disminuirá nuevamente en otro tanto hasta alcanzar un precio de entrada de apenas 25 pesetas por kilógramo, es decir ocho o nueve pesetas menos de las que podan esperar obtener los productores nacionales de maíz si no se hubiese concedido las reducciones sucesivas del arancel.

En los gabinetes de ambos miembros españoles del órgano ejecutivo europeo se asegura, sin embargo, que en ningún momento el Gobierno español expresó tal deseo y sólo los fabricantes de alimentos para el ganado se mostraron antes del verano descontentos por el elevado coste del maíz.

A finales del pasado mes de enero la Comunidad Europea acordó compensar a Estados Unidos por la pérdida que había supuesto para sus exportaciones agrícolas el ingreso de España y Portugal en el "club de Bruselas" autorizando a España a importar de países terceros y con arancel reducido dos millones anuales de toneladas de maíz y de productos de sustitución y 300.000 toneladas de sorgo hasta 1990 inclusive.

Escasa importación

Pero a pesar de la rebaja consentida entonces sobre el arancel habitual practicado por la Comunidad apenas había sido hasta ahora importado este año en España maíz norteamericano y para principios del otoño sólo había sido apalabrada la compra de 300.000 toneladas. Los operadores adquirían, en cambio, productos más baratos de sustitución como mandioca y cebada del Reino Unido, que prácticamente descubrieron a raíz del ingreso de Madrid en la Comunidad.Si las cantidades importadas por los operadores españoles se mantenían el resto del año a estos niveles casi simbólicos es probable que Washington no hubiese tardado en reaccionar protestando enérgicamente ante Bruselas y hasta amenazando con tomar sanciones. Para estimular la importación de maíz en España fue justamente acordada la "cascada" de rebajas veraniega.

El posible desembarco masivo de maíz estadounidense amenaza por tanto con provocar un exceso de oferta que obligue a los agricultores españoles a bajar sus precios por debajo del "techo" de rentabilidad. Los agricultores están más descontentos porque desde la adhesión española el Gobierno les incitó a apostar a favor de ese cereal y en consecuencia aumentaron en un año su producción en 600.000 toneladas hasta alcanzar los 3,1 millones en 1986, una cifra que puede quedar superada en 1987.

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