El único osario medieval de España, abandonado y cerrado al público desde hace cuatro años

Este mes de agosto se cumplen cuatro años del cierre al público del osario museo de la iglesia de Santa María de Wamba, en Valladolid. Las autoridades locales optaron por clausurar la sala del osario debido a las pésimas condiciones de conservación, el ataque de la humedad y el expolio continuado a que se ha visto sometido este osario (único en su especie en la Península) en el período de tiempo que ha permanecido abierto al público. El osario está en el antiguo claustro cenobial del monasterio de Santa María de Wamba, a unos 17 kilómetros de Valladolid, del que sólo se conserva la iglesia y u...

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Este mes de agosto se cumplen cuatro años del cierre al público del osario museo de la iglesia de Santa María de Wamba, en Valladolid. Las autoridades locales optaron por clausurar la sala del osario debido a las pésimas condiciones de conservación, el ataque de la humedad y el expolio continuado a que se ha visto sometido este osario (único en su especie en la Península) en el período de tiempo que ha permanecido abierto al público. El osario está en el antiguo claustro cenobial del monasterio de Santa María de Wamba, a unos 17 kilómetros de Valladolid, del que sólo se conserva la iglesia y un ala del claustro.

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Este osario, que en la actualidad cuenta con más de 3.000 calaveras, sufre un problema de abandono por parte de los responsables del patrimonio histórico-artístico de la región castellano-leonesa.De no corregirse esta situación, el osario, cuyos restos pertenecen a monjes hospitalarios, aún sin determinar si son sanjuanistas o templarios, Podría ir perdiéndose poco a poco por los problemas de humedad existentes en los muros de la cripta, forrados en su totalidad de cráneos, omóplatos y fémures.

Este túmulo funerario, cuyos restos se remontan a los siglos XII y XIV, conserva importantes vestigios del arte visigodo, ya que las continuas excavaciones han aportado testimonios que avalan esta hipótesis.

La sala que da cobijo al osario, de unos seis metros de altura máxima por cuatro metros de base, ha sufrido en los últimos días importantes desperfectos, al derrumbarse una de las paredes de huesos, sin que hasta el momento se hayan tomado medidas para evitar otros posibles desmoronamientos.

Según la oficina del portavoz de la Junta de Castilla y León, que en la actualidad preside el aliancista José María Aznar, el osario y la iglesia de Santa María de Wamba serán visitados por los actuales responsables del área correspondiente para, en próximas fechas, iniciar las obras de restauración, que podrían ascender a más de 36 millones de pesetas.

El anterior Gobierno regional de Castilla y León, presidido por el socialista José Constantino Nalda, elaboró un proyecto, aún sin aprobar, donde estaba previsto que en un plazo máximo de 18 meses estuviesen rehabilitados tanto la iglesia de Santa María como el osario. Este proyecto fue encargado en el año 1984, sin que hasta el momento se conozca con exactitud el inicio de las obras de recuperación.

Por otra parte, las autoridades locales, a cuya cabeza se encuentra el socialista Darío Álvarez, han manifestado que en caso de que las obras de rehabilitación continúen retrasándose, destinaremos con cargo a los presupuestos municipales, en la actualidad bastante mermados, dinero suficiente para arreglar los desperfectos y daños originados en el osario después de los desplomes".

El osario de la iglesia de Santa María de Wamba tiene una antigüedad desconocida documentalmente. A juicio de los pocos estudiosos del tema, los restos que allí se conservan, sin pretender entablar polémica, pertenecen al período en que fue habitado el monasterio por la Orden del Temple.

Relicario monumental

La tesis originaria de estos datos se basa en que el osario se concibió, a manera de relicario monumental, para depositar en él los restos mortales de los frailes tempranos de toda la península Ibérica. Al parecer fue así, ya que los vecinos mayores del pueblo recuerdan que había por lo menos tres veces más calaveras que las que actualmente se conservan.

Los restos que se depositaron a partir de la erradicación y excomunión de esta próspera orden de monjes armados de hábito blanco y cruz roja constituyen un importante y enigmático testimonio que aún está sin explotar por los estudiosos de la historia hospitalaria.

El estudio de los restos anatómicos que se conservan en el osario de Santa María de Wamba podría desvelar el origen de éste y aportar científicamente datos históricos de la época. Las investigaciones realizadas hasta el momento, teniendo como base el carbono 14, han verificado la antigüedad de estos montones de esqueletos.

Cientos de alumnos de las facultades de Medicina del país, entre ellas Valladolid y Madrid, han estudiado anatomía con esqueletos procedentes del osario de Wamba.

Hace ya algunos años, según fuentes municipales, uno de los párrocos titulares de la localidad cedió cientos de esqueletos a varias facultades de Medicina españolas para proceder a su estudio.

Se ignora si hubo o no compensación económica. Este acopio patrimonial, según se denomina en Wamba, resulta desconocido documentalmente, tanto en el arzobispado de Valladolid como en la parroquia y Ayuntamiento de Wamba.

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