Dos poetas chilenos en Madrid

"La poesía puede ser un exorcismo", según Enrique Lihn

El poeta chileno Enrique Lihn apenas viaja, pero cuando lo hace anota minuciosamente lo que ve y lo que le sugieren ciertos objetos "detonantes de una reflexión poética". A menudo escribe en los museos. En este viaje a España para participar en la exposición Chile vive, Lihn visitó Toledo y se sorprendió del grado de verosimilitud de El Greco como retratista y comprendió que era un realista: "Hay una especie de substrato permanente en las personas mientras la historia cambia; nos movemos por sisternas'de valores que nos condicionan, que a veces suponen cambios radícales; somos cultu...

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El poeta chileno Enrique Lihn apenas viaja, pero cuando lo hace anota minuciosamente lo que ve y lo que le sugieren ciertos objetos "detonantes de una reflexión poética". A menudo escribe en los museos. En este viaje a España para participar en la exposición Chile vive, Lihn visitó Toledo y se sorprendió del grado de verosimilitud de El Greco como retratista y comprendió que era un realista: "Hay una especie de substrato permanente en las personas mientras la historia cambia; nos movemos por sisternas'de valores que nos condicionan, que a veces suponen cambios radícales; somos culturalmente lo que nos marcan los tiernpos".

Pero existe un hilo conductor con los contemporáneos de El Greco, que Lihn reconoció y anotó cuidadosamente en su cuaderno. Lo que no sabe el poeta es dónde se encuentra O cómo se mide este trasfondo universal que constituye, en su poética, la base de la búsqueda artística y existencial. Supone que se consigue tras una práctica casi artesanal: "Hay oficios que requieren una práctica y en los que un día, casi sin darte cuenta y de una manera natural, llegas a un punto en el que se sintetiza la imaginación y la realidad".

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Estado de disponibilidad

Tras haber escrito buen número de libros poéticos en dístintas vías, novelas y teatro, Lihn entiende la poesía como esta necesidad de profundización. "Puede ser un exorcismo", añade. El poeta llega a esta conclusión con sufrimiento: esconde la cabeza entre sus brazos y frunce el ceño, habla pausadamente en el ruidoso salón del Círculo de Bellas Artes, donde acaba de leer fragmentos de su obra ante un público respetuoso y atento.En las letras chilenas, Lihn se sitúa como "un escritor en estado permanente de disponibilidad", sin una factura estable. "Hay tres o cuatro nombres: Vicente Huidobro, Pablo Rojas, Gabriela Mistral, por supuesto Neruda, que conforman una especie de tejido para que posteriormente quepan varias tendencias y estilos. Nicanor Parra postula por la ecología como una forma de saber en la que otras resultan falaces, como el mismo antipinochetismo", afirma. Esta riqueza es la que, según Lihn, permite que Chile siga ofreciendo autores de todas las tendencias: "Para producir buenos poetas tiene que haber buenos poetas, para que los nuevos luchen e intenten arrebatar la palabra a los anteriores".

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