El mecenazgo privado invirtió el pasado año unos 2.000 millones de pesetas en la cultura, según la Administración

Luis Larroque, director del gabinete del ministro de Cultura, ha afirmado que el mecenazgo privado invirtió aproximadamente 2.000 millones de pesetas el pasado año en proyectos de realización conjunta con el Ministerio de Cultura. A pesar de que en la actualidad hay un insuficiente marco fiscal de estímulo a las actividades filantrópicas y existen restricciones legales para la realización de iniciativas de ese tipo, la empresa privada parece ver con buenos ojos el barniz altruista del que se tiñe su nombre al lado de algunas de las obras y actividades ligadas a la Cultura, con mayúscula.
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Luis Larroque, director del gabinete del ministro de Cultura, ha afirmado que el mecenazgo privado invirtió aproximadamente 2.000 millones de pesetas el pasado año en proyectos de realización conjunta con el Ministerio de Cultura. A pesar de que en la actualidad hay un insuficiente marco fiscal de estímulo a las actividades filantrópicas y existen restricciones legales para la realización de iniciativas de ese tipo, la empresa privada parece ver con buenos ojos el barniz altruista del que se tiñe su nombre al lado de algunas de las obras y actividades ligadas a la Cultura, con mayúscula.

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Las ayudas provenientes tanto de fundaciones como de empresas nacionales e internacionales constituyen una fuente extraordinaria de recursos principalmente destinados al apoyo a actividades, órganos de difusión del Ministerio de Cultura -como las orquestas- y algunas operaciones de conservación del patrimonio.La cifra de participación privada en diversas actividades coordinadas con el ministerio durante el año pasado es difícil de calcular y ninguna de las partes se atreve a aventurar una cifra. Luis Larroque, director del gabinete del ministro de Cultura, afirma que una suma aproximada de lo que constituyen ser las aportaciones del sector privado en este sentido ascendería a 2.000 millones de pesetas.

Hace seis meses el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) inició una política de convenios que hasta el momento ha logrado firmar acuerdos de patrocinio por valor de unos 70 millones de pesetas. "Hasta ahora la Administración ha actuado como un motor cultural, pero es necesario que ahora la sociedad civil tome parte activa en esta dinámica", afirma José Manuel Garrido, director del INAEM.

Según el, las actividades de su área se centrarán en adelante en el refuerzo de una infraestructura adecuada a la distribución de los productos culturales. Los festivales musicales y teatrales tendrán progresivamente menos protagonismo estatal y la participación de patrocinadores será cada vez más significativa.

El pasado mes de julio se firmo un convenio entre la empresa Iberduero y el INAEM para el patrocinio de un cielo de 81 conciertos de abono de la Orquesta Nacional de España, por 18 millones de pesetas. Explosivos Río Tinto ha suscrito este mes un acuerdo con este mismo organismo para el apoyo del conjunto de las actividades de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) durante un año, prorrogable.

"Lo que hacemos es vender las giras a una entidad privada que las patrocina, pero no programamos la gira en función de sus intereses, aunque ellos aceptarán si conviene a los intereses de la empresa, naturalmente", dice Garrido. Cuando se habla de cierto probable dirigismo privado en las actividades de repesentación oficial, tema de debate muy actual en otros países europeos, Garrido afirma que siempre es posible que exista en alguna medida. "Por el momento no ocurre así, y las empresas entran más que nada por razones de prestigio. Qué más nos da si lo hacen por motivos egoístas, con tal de que aporten a la cultura", opina.

Permisividad

Aunque en España no hay por el momento medidas fiscales excepcionales de estímulo al mecenazgo, existe cierta permisividad en Io que se refiere por lo menos a la figuración de empresas privadas patrocinadoras junto al nombre del Ministerio de Cultura. "Esto, que, Por ejemplo, no se permite en Suecia", afirma Carmen Giménez, directora del Centro Nacional de Exposiciones, "ha contribuido para que puedan realizarse en España exposiciones que de otra manera habría sido difícil organizar".Exposiciones como la de Referencias, con la que se inauguró el centro Reina Sofía; las de Juan Gris, Claude Monet y la de Pablo Picasso, que se presenta actualmente en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), se han podido realizar gracias a la aportación privada. Por ejemplo, la exposición de Claude Monet costó, según Carmen Giménez, 160 millones de pesetas, y fue la más cara de todas las de este año. La Fundación de Apoyo a la Cultura aportó cerca de 70 millones, de los que 30 millones se invirtieron en la edición del catálogo, con una tirada de 30.000 ejemplares. Los beneficios por la venta de los catálogos revierten en el Ministerio de Cultura y forman un fondo que se invierte nuevamente en otra muestra.

"Nos encantaría tener una cuenta positiva para poder reinvertir las ganancias en otros proyectos", dice Tomás Frías, director gerente de la Fundación de Apoyo a la Cultura. Esta fundación, que agrupa a empresas como IBM, Coca-Cola, Nestlé, PRISA o la Banca March, invierte, como acción conjunta, más de 100 millones de pesetas al año, aparte de la incalculable cantidad que aportan por separado las empresas del grupo.

Luis Larroque afirma que por el momento las relaciones de los nuevos mecenas con la Administración han sido óptimas.

"Sabemos que el marco legal que rodea el asunto del mecenazgo es insuficiente, pero, ya lo afirmó el ministro en su comparecencia el 23 de septiembre, uno de los objetivos en esta legislatura es la de proporcionarlo", añade Larroque.

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