El pianista Nenna llenó la Embajada española en Roma con obras de Albéniz

La sala de conciertos de la soberbia Embajada de España en Roma, ante el Quirinal, situada en la colina del Gianicolo, desde donde se puede contemplar la vista más fantástica de la capital, se quedó pequeña el martes por la noche para escuchar un concierto español (Albéniz, Granados y Falla) del maestro pianista italiano Giovanni Nenna.Más de 200 personas, muchas de pie o sentadas en el pasillo entre diplomáticos, artistas, políticos y periodistas, escucharon a Nenna, apellidado el vengador de Albéniz, como atónitos de que un italiano pudiera interpretar con tanta pasión ibérica y tal m...

La sala de conciertos de la soberbia Embajada de España en Roma, ante el Quirinal, situada en la colina del Gianicolo, desde donde se puede contemplar la vista más fantástica de la capital, se quedó pequeña el martes por la noche para escuchar un concierto español (Albéniz, Granados y Falla) del maestro pianista italiano Giovanni Nenna.Más de 200 personas, muchas de pie o sentadas en el pasillo entre diplomáticos, artistas, políticos y periodistas, escucharon a Nenna, apellidado el vengador de Albéniz, como atónitos de que un italiano pudiera interpretar con tanta pasión ibérica y tal maestría técnica a los tres músicos españoles.

El embajador de España, Jorge de Esteban, impuso una condecoración al pianista Nenna en nombre del rey Juan Carlos, y afirmó que se trataba de "una deuda que España tenía desde hace años con el mejor intérprete de Albéniz en el extranjero". Y añadió que el pianista italiano ha contribuido como pocos a llevar por el mundo el amor a España. El maestro Nenna impone siempre la condición de que debe acabar con una pieza de Albéniz.

El maestro quedó tan emocionado por el cariño que España había derrochado que apenas pudo decir con la garganta rota por la emoción: "Puedo jurar que nunca en mis 40 años de conciertos me he sentido tan emocionado".