El nuevo ministro francés de Agricultura plantea la necesidad de revisar la adhesión de España y Portugal a la CE

El nuevo ministro francés de Agricultura, François Guillaume, en su primera comparecencia en Bruselas, planteó ayer, "sin pasión excesiva pero con determinación", la necesidad de revisar algunos aspectos de los términos de la adhesión de España y Portugal. ¿Plantea una renegociación? "Es un poco eso" contestó a los periodistas, sin afirmarlo categóricamente. En su declaración inicial ante el Consejo de Ministros de Agricultura de la CE, Guillaume manifestó respecto a la ampliación que "ya se ha realizado" que "habrá que vigilar que se aseguren mejor, y se perfeccionen, pues, y me permito decir...

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El nuevo ministro francés de Agricultura, François Guillaume, en su primera comparecencia en Bruselas, planteó ayer, "sin pasión excesiva pero con determinación", la necesidad de revisar algunos aspectos de los términos de la adhesión de España y Portugal. ¿Plantea una renegociación? "Es un poco eso" contestó a los periodistas, sin afirmarlo categóricamente. En su declaración inicial ante el Consejo de Ministros de Agricultura de la CE, Guillaume manifestó respecto a la ampliación que "ya se ha realizado" que "habrá que vigilar que se aseguren mejor, y se perfeccionen, pues, y me permito decirlo en interés mismo de los nuevos Estados miembros, las reglas que han de regir los intercambios de las producciones afectadas".Guillaume, ex presidente del poderoso sindicato agrícola francés FNSEA, entró pisando fuerte, si bien con cierta moderación, en la CE. "Francia actuará con firmeza", dijo. El ambiente era el de los grandes días de esta Comunidad, con una masa de periodistas a la entrada y una conferencia de prensa multitudinaria, a media tarde, de Guillaume.

Respecto a la revisión de las reglas de adhesión de España y Portugal señaló que "hemos constatado que hay desequilibrios en los intercambios. Soy presidente de una empresa lechera que ha solicitado, beneficiarse del pequeño cupo de exportación de queso francés hacia España. Pedimos 10 toneladas y obtuvimos 86 kilos. Habrá que revisar el problema. Lo haremos sin excesiva pasión pero con determinación". Cabe esperar, además, como añadieron fuentes próximas a Guillaume, que Francia solicite la revisión no sólo para sus exportaciones hacia España sino también para las exportaciones españolas de productos mediterráneos hacia el resto de la CE.

Lo primero que dijo Guillaumea l llegar al edificio Charlemagne, que alberga al Consejo comunitario, es que es "absolutamente indispensable" que la Comisión Europea revise sus propuestas de precios agrícolas para 1986-1987 que suponen prácticamente una congelación respecto a la campaña anterior. Guillaume pide un aumento de un 4,7%, si bien ésta es una base de negociación.

Unidad de mercado

François Guillaume insistió en la necesidad de salvaguardar la unidad del mercado, las exportaciones y los ingresos de los agricultores por encima de todo. Si no hay dinero para más, sugirió el suprimir ayudas específicas y primas de las que sólo se beneficien algunos países. Y así comenzó la segunda etapa de la maratón agrícola de este año. El francés se negó a ampliar el régimen de las cuotas de producción o introducir sistemas de corresponsabilidad de los productores en el caso de excedentes. La nueva firmeza francesa -que sin duda dificultará la vida comunitaria- destacó cuando Guillaume señaló que sus socios en la CE no pueden esperar concesiones del calibre de las que se hicieron en 1984 sobre la devolución al Reino Unido y a la RFA de parte de su contribución financiera a la Comunidad Europea.

La caída del precio del dólar supondrá unos gastos agrícolas suplementarios en 1986 para la CE de 1.500 millones de ECU (unidad de cuenta europea, 204.000 millones de pesetas), con lo que se sobrepasaría el techo máximo de los recursos propios de la CE. Pero la Comisión sugirió unos 900 millones de ECU (123.000 millones de pesetas) de ahorro en concepto de gestión del mercado, depreciación de los surtidos y reparto de los gastos técnicos de almacenamiento (que asumirían ahora en un 25% los Estados miembros, frente al 100% comunitario anterior).

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