ANTE LA 'CUMBRE' DE GINEBRA

Holanda anuncia hoy que desplegará 48 misiles de crucero

El Gobierno holandés anunciará hoy su decisión positiva sobre el despliegue en 1988 de 48 misiles de crucero norteamericanos. El Gabinete ligará sin duda esta decisión a una revisión de las misiones nucleares que desempeña Holanda para la OTAN. El parto, largo y penoso, ha forzado a Moscú a gestos de buena voluntad. Precisamente ayer, la URSS pidió a las autoridades holandesas que no tomen una decisión sobre este tema sin antes hablar con la Unión Soviética.

Holanda, que rechazó esta última iniciativa soviética, ha sido durante meses un centro de presiones exteriores de todo signo. En d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno holandés anunciará hoy su decisión positiva sobre el despliegue en 1988 de 48 misiles de crucero norteamericanos. El Gabinete ligará sin duda esta decisión a una revisión de las misiones nucleares que desempeña Holanda para la OTAN. El parto, largo y penoso, ha forzado a Moscú a gestos de buena voluntad. Precisamente ayer, la URSS pidió a las autoridades holandesas que no tomen una decisión sobre este tema sin antes hablar con la Unión Soviética.

Más información

Holanda, que rechazó esta última iniciativa soviética, ha sido durante meses un centro de presiones exteriores de todo signo. En diciembre de 1979, cuando la OTAN tomó la doble decisión de desplegar 572 euromisiles en cinco países europeos, dos de éstos, Bélgica y Holanda, reservaron para más tarde su posición definitiva. En marzo pasado, Bélgica decidió finalmente desplegar 16 de los 48 misiles de crucero que le correspondían, subordinando el resto del despliegue al desarrollo de las negociaciones entre las superpotencias.En La Haya, el Gobierno holandés -de coalición democristiana-liberal, y que preside Ruud Lubbers- demoró una y otra vez su decisión. El movimiento pacifista, apoyado por el Consejo Interiglesias, es sumamente popular y fuerte, y afectan incluso a un sector de parlamentarios democristianos contrario al despliegue. Sólo los liberales han sido plenamente partidarios del despliegue.

El 1 de junio de 1984, el Gobierno de Lubbers tomó al fin posición: si para el 1 de noviembre de 1985 la URSS había aumentado el numero de misiles SS-20 desplegados entonces -378- Holanda decidiría ir adelante con la instalación de los misiles de crucero en 1988, y además redefiniría el papel nuclear de Holanda en los planes de la OTAN.

A principios de octubre, en París, el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, anunció que el número de SS-20 en la parte europea de la URSS había sido reducido a 243. La OTAN no discute esta cifra, pues habla siempre de cifras globales de SS-20, ya sea en Europa o en Asia, puesto que estos misiles son fácilmente desplazables. Y, según la OTAN, actualmente la URSS dispone de 441 rampas de lanzamiento de SS-20; es decir, 63 más que en junio de 1984. Gorbachov no quiso especificar el número total de SS-20.

Tensiones en el Gobierno

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La oferta de Gorbachov provocó tensiones en el Gobierno de La Haya. Mientras el ministro de Defensa, Job de Ruiter, señaló la necesidad de tomar seriamente en cuenta la oferta del Kremlin, el ministro de Asuntos Exteriores, Hans van den Broek, la rechazó.Retrasar la decisión hasta después de la reunión del 19 y 20 de noviembre, en Ginebra, entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, no tiene sentido, indicó Van den Broek, ya que, para entonces, aún no habrá acuerdo sobre los euromisiles. La decisión holandesa puede reforzar la postura norteamericana ante esta cumbre.

La postura del gobierno de Luubers está ya decidida, aunque el despliegue no será automático. Muchas cosas pueden pasar de aquí a 1988. Los grandes pueden llegar a un acuerdo y quizás la decisión de hoy depare alguna sorpresa. "La esperanza vive incluso más allá del 1 de noviembre", dijo Lubbers recientemente.

Holanda cumple con cabezas nucleares norteamericanas seis misiones para la OTAN: 1) antiaérea, con los misiles nucleares Nike y Hércules que, en todo caso, están siendo ya reemplazados por los Patriots, con cabezas convencionales; 2) uso de minas atómicas de demolición para cerrar los pasos o crear obstáculos (estas minas han sido ya retiradas en toda la OTAN, según se anunció el pasado miércoles); 3) guerra antisubmarina con cargas nucleares de profundidad lanzadas desde aviones Orion; 4) ataque aéreo por medio de los cazabombarderos F-16 y F- 18; 5) operaciones con artillería nuclear de ocho pulgadas, y 6) uso de misiles de corto alcance Lance (una nueva versión de los cuales está en estudio).

Las dos primeras misiones desaparecerán por sí mismas. Pero en cuanto a la revisión de las otras, fuentes gubernamentales holandesas han señalado que,los partidos de la coalición en el poder están aún divididos. En todo caso, la revisión de estas misiones deberá ser objeto de consultas con los aliados en la OTAN. Y como ha reconocido el propio Lubbers, la concepción holandesa no coincide con la de los aliados.

Para el despliegue delos euromisiles, Holanda ha de firmar un acuerdo de cinco años con EE UU. Este acuerdo, que ha de ser ratificado por el Parlamento holandés, versa sobre el modo en que se utilizarán estos misiles (que quedan en manos de EE UU). El Gobierno ha asegurado que se tomará en cuenta la posición de Holanda antes del eventual uso de los cohetes. En caso de guerra, según el Gobierno, todas las fuerzas asignadas en Europa a la OTAN pasan bajo mando de la Alianza, incluidas las norteamericanas, por lo que no puede haber por parte de EE UU un uso incontrolado de estos misiles.

Lubbers y las 3.743.4.55 firmas

El pasado sábado, 25.000 personas se manifestaron en La Haya contra el despliegue de euromisiles en Holanda. Una petición en este sentido, con 3.743.455 firmas -una cuarta parte de la población del país, y casi la mitad de los electores-, fue entregada al primer ministro, Rutid Lubbers, allí presente.Lubbers escuchó los discursos y, entre gritos y cantos en su contra, se dirigió a los manifestantes y se declaró tan poco partidario de los misiles como ellos. "Nuestro país ha llegado a un punto de no retorno", afirmó sin embargo. "Debemos proseguir nuestras inversiones en una paz real, que no sea amarga". "Estoy convencido del contenido democrático de vuestros esfuerzos", añadió. El público se quedó pasmado.

Archivado En