Los auténticos protagonistas del 'crimen de Níjar' no quisieron ver sus 'Bodas de sangre'

El montaje de José Luis Gómez recorre Andalucía antes de su estreno en Madrid

Los verdaderos protagonistas de la obra de Federico García Lorca Bodas de sangre, que aún viven en el mismo municipio donde en 1928 ocurrieron los hechos conocidos como el crimen de Nijar, no asistieron al estreno del montaje de José Luis Gómez presentado el pasado día 5. Del pueblo de Níjar sólo acudieron los más jóvenes, así como familiares y nietas del novio real, Casimiro, quien prefiere olvidar lo ocurrido en el cortijo de El Fraile el 22 de julio de 1928. La versión teatral de José Luis Gómez recorre estos días los escenarios andaluces, antes de ser estrenada en el Festival de Otoño de M...

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Los verdaderos protagonistas de la obra de Federico García Lorca Bodas de sangre, que aún viven en el mismo municipio donde en 1928 ocurrieron los hechos conocidos como el crimen de Nijar, no asistieron al estreno del montaje de José Luis Gómez presentado el pasado día 5. Del pueblo de Níjar sólo acudieron los más jóvenes, así como familiares y nietas del novio real, Casimiro, quien prefiere olvidar lo ocurrido en el cortijo de El Fraile el 22 de julio de 1928. La versión teatral de José Luis Gómez recorre estos días los escenarios andaluces, antes de ser estrenada en el Festival de Otoño de Madrid.

El llamado crímen de Níjar, sobre el que Lorca basó sus Bodas de sangre ocurrió ocurrió el 22 de julio de 1928 en el Campo de Níjar en la provincia de Almería. De madrugada, horas antes de que se celebrará la boda, la novia, Francisca Cañada Morales, dejó plantado a su novio, Casimiro Pérez Morales, y huyó con su primo Francisco Montes Cañada, a lomos de una mula. En el camino de la Serrata, cuando habían avanzado unos 8 kilómetros, Francisco Montes cayó muerto a tiros. A ella intentaron estrangularla y consiguió salvarse haciéndose la muerta. En 1933, Federico García Lorca publicaba Bodas de sangre. En la tragedia lorquiana, Francisca es la Novia; Casimiro, el Novio y Francisco Montes es Leonardo.Ahora, cuando su tragedia personal se revive sobre el escenario, Casimiro, de 83 años, comenta: "Mi hermano José y mi cuñada jamás se declararon culpables". Casimiro Pérez Pino vive con Josefa Segura, la mujer con la que contrajo matrimonio tras el desengaño amoroso que sufrió hace 57 años, en una casita baja, con una amplia explanada, a escasos metros del mar, en San José.

Sentado en el porche de la nueva casa, propiedad de su hija, Casimiro descansa en una mecedora. Una de las nietas, Pilar, muestra su satisfacción por el montaje de Bodas de sangre: "La obra como tal me ha, gustado, pero no estoy de acuerdo con el fondo, ya que los hechos no ocurrieron así". Pilar se niega a dar más explicaciones.

En la oscuridad

Casimiro y su antigua novia, Francisca Cañada Morales, de 82 años, no se ven desde el 22 de julio de 1928. Casimiro tampoco quiso ver una foto actual de su primera novia. Si Casimiro y su familia se muestran, al menos, comprensivos con la dramática historia que les tocó vivir, la familia de Francisca Cañada, por el contrario, mantiene totalmente aislada a esta mujer. Los vecinos de Níjar recuerdan que desde hace 15 años no se la ve salir. Se insiste en que tiene disminuidas sus facultades mentales.Hablar con Francisca Cañada no es tarea fácil. Vive en un cortijo de El Hualí, a tres kilómetros de Níjar. Para llegar allí hay que superar varias casas en ruinas y corrales abandonados. A la entrada de la casa, un perro atado levanta la vista tranquilamente. Botellas empolvadas, oscuridad, cortinas más oscuras, gatos. Allí está la sobrina de La coja, de igual nombre y apellido que su tía. Está vestida de Oscuro en una butaca vieja, en la que parece haber vivido eternamente. Su marido está situado enfrente, con gorra marrón y típica vestimenta de labriego. La tía está en cama, oculta en alguna de las habitaciones de la amplia casa.

Las evasivas más absurdas salpican cualquier pregunta sobre Francisca Cañada. Evasivas estudiadas, tan mecánicas que dejan claro que Níjar quiere olvidar aquella historia de amor y sangre, que García Lorca, casual o inteligentemente, situó en la comarca de Guadix, intuyendo ya entonces que Níjar nunca perdonaría el mal interpretado amor de la protagonista real de su obra.

La sobrina de Francisca Cañada aparece inmóvil. Sólo se deja llevar por un leve movimiento de cabeza para asegurar que "esa Francisca Cañada vive por ahí por unos cortijos más abajo". Se niega a que su tía sufra el protagonismo de su propia historia, porque "para qué se va a remover todo eso".

Los testigos directos no vieron la obra, pero, si bien todos recordaron los hechos, la mayoría se mostró muy reticente a aportar detalles sobre aquel crimen pasional que conmocionó a todo un pueblo y, tras la obra de Lorca, a medio mundo.

Federico García Lorca tuvo como antecedente para escribir la obra Bodas de sangre la novela de la heroína almeriense, nacida enRodalquilar, a escasos kilómetros de los hechos reales, Carmen de Burgos, según lo ha revelado el poeta y estudioso de la obra de Lorca Juan José Ceba.

Carmen de Burgos acudía a las tertulias de Ramón Gómez de la Serna, con el que mantenía relaciones sentimentales, y puede que en una de esas tertulias coincidiera con Lorca. La escritora almeriense publicó en 1931 -un año antes que García Lorca- la novela Puñal de claveles. Los dos escritores fabulan con el tema del crimen de Níjar ocurrido en el verano de 1928. Ceba, estudioso de la obra del poeta universal, prepara una novela en la que aparece esta relación.

"Si bien, como hace Federico García Lorca", explica Ceba, "la escritora almeriense modifica detalles, cambia nombres, adapta situaciones y hace que al final la pasión triunfe".

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