Los 'contra' se unen, reforzados por el dinero de Washington, para derrocar al régimen de Managua

Tres dirigentes antisandinistas anunciaron el miércoles en San Salvador la formación de la Unidad Nicaragüense Opositora (UNO), que tiene como propósito restablecer la democracia en su país. Adolfo Calero, máximo líder de una contra reabastecida ahora desde Washington, proporciona al grupo su fuerza militar, mientras que Arturo Cruz y Alfonso Robelo le garantizan una amplia resonancia internacional. Falta por conocer su capacidad de movilización interna.

Los fundadores de la UNO se proclaman partidarios de buscar una solución política al conflicto, pero advierten que intensificarán la l...

Tres dirigentes antisandinistas anunciaron el miércoles en San Salvador la formación de la Unidad Nicaragüense Opositora (UNO), que tiene como propósito restablecer la democracia en su país. Adolfo Calero, máximo líder de una contra reabastecida ahora desde Washington, proporciona al grupo su fuerza militar, mientras que Arturo Cruz y Alfonso Robelo le garantizan una amplia resonancia internacional. Falta por conocer su capacidad de movilización interna.

Los fundadores de la UNO se proclaman partidarios de buscar una solución política al conflicto, pero advierten que intensificarán la lucha armada debido a la falta de voluntad negociadora por parte del régimen sandinista. La propia constitución del grupo se justificó por el silencio de Managua a su propuesta de diálogo, formulada hace ya más de tres meses."Estuvimos juntos", dijo Alfonso Robelo en conferencia de prensa, "para ofrecer un cese del fuego. Se venció el plazo y seguimos juntos para conducir todos nuestros frentes de lucha, el político, el económico y el militar, aunque siempre daremos prioridad a la solución política. En el futuro seremos receptivos, pero ya no tomaremos más iniciativas de diálogo".

El anuncio de la creación de la UNO coincidió con el visto bueno de la Cámara de Representantes norteamericana a una ayuda de 27 millones de dólares (4.500 millones de pesetas) con destino a la contra. Ambos hechos son inseparables en la política de acoso y derribo emprendida por Ronald Reagan contra el Gobierno sandinista

Robelo, que fue compañero de los sandinistas en la primera hora que siguió al derrocamiento de Somoza, declaró que si hubieran obtenido más ayuda de Washington estarían en posición más ventajosa para implantar la democracia, aunque añadió que con ayuda o sin ella cumplirían su compromiso de democratizar Nicaragua.

La resolución de la Cámara y la unidad de las fuerzas antisandinistas se registran en un momento clave de la guerra nicaragüense, justamente cuando el Ejército ha cosechado sus mejores victorias En el curso del último mes ha barrido a sus enemigos de las dos fronteras, ha destruido el cuartel general de la contra en Las Vegas (Honduras) y ha ocupado la base más importante de Edén Pastora en La Penca, al sur de Nicaragua.

Con los 27 millones de dólares aprobados para los próximos nueve meses, la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) espera reconstruir la moral de sus combatientes y equiparlos con armamento más moderno. La última ambición de Calero es dotar a sus fuerzas de tarea con cohetes tierra-aire adquiridos en Brasil para hacer frente a los helicópteros y aviones de la fuerza aérea sandinista.

La UNO quiere presentarse ante sus ciudadanos y ante la opinión pública internacional como una agrupación de carácter democrático, sin vinculaciones nostálgicas con el pasado somocista. Alfonso Robelo y Arturo Cruz pueden exhibir su cooperación inicial con los sandinistas, cuando aún creían posible el tránsito a la democracia desde la revolución.