Sistemas defensivos de vanguardia/ 1

Weinberger: "Mejoramos nuestra defensa sin aumentar el número de hombres"

Caspar Weinberger, secretario estadounidense de Defensa, es el padre de la idea de desarrollar las tecnologías de vanguardia, de las que piensa que pueden contribuir tanto a reducir gastos en defensa como a acabar con las suspicacias entre Estados Unidos y sus aliados europeos por el desequilibrio comercial armamentista existente entre ambas orillas del Atlántico.Hay varias formas en las que podemos utilizar las tecnologías de vanguardia, una de las grandes ventajas que el Oeste aún mantiene sobre la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, y podemos usarlas de modo que podemos mejorar nuestra ...

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Caspar Weinberger, secretario estadounidense de Defensa, es el padre de la idea de desarrollar las tecnologías de vanguardia, de las que piensa que pueden contribuir tanto a reducir gastos en defensa como a acabar con las suspicacias entre Estados Unidos y sus aliados europeos por el desequilibrio comercial armamentista existente entre ambas orillas del Atlántico.Hay varias formas en las que podemos utilizar las tecnologías de vanguardia, una de las grandes ventajas que el Oeste aún mantiene sobre la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, y podemos usarlas de modo que podemos mejorar nuestra defensa sin aumentar el número de hombres, sin necesitar igualarnos a los soviéticos carro de combate a carro de combate y hombre a hombre", señala el jefe del Pentágono.

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Wemberger desmiente que la introducción de estas tecnologías en el sistema defensivo occidental haya sido pensada para beneficiar a EE UU -"tenemos que trabajar juntos, quitarnos de la cabeza la idea de que las tecnologías de vanguardia o el uso de estas tecnologías está pensado para beneficio de un solo país", dice- e insiste en que ha de evitarse que se produzcan fugas de estas tecnologías a los países del Este.

Evitar filtraciones

"Hemos de ser muy cuidadosos para conservar la ventaja que tenemos. Sé que hay gente que piensa que un incremento del comercio es el mejor camino hacia la paz. Es una buena teoría y me gustaría que fuera cierto, pero desgraciadamente el crecimiento del comercio con los países del Pacto de Varsovia ha supuesto la adquisición por parte de ellos de nuestra tecnología, una reducción de nuestra ventaja y la consecución de una gran fuerza militar que de otro modo no hubieran logrado. Es esencial que reconozcamos que tienen una gran capacidad, que olvidamos, para transformar tecnologías sin un aparente uso militar, o que tienen doble uso, en uso directamente militar", afirma Wemberger.

El hombre que elabora el mayor presupuesto de defensa del mundo dice desconocer si las economías europeas están actualmente en condiciones de incrementar sus gastos en armamento convencional, pero considera que del "gran rechazo y gran oposición que existe en Europa a las armas nucleares" debería seguirse el corolario de que "si queremos reducir nuestras armas nucleares o eliminarlas totalmente, la única forma de mantener la disuasión es un gran incremento de las armas convencionales, que son básicamente mucho más caras. Tenemos que estar en condiciones y dispuestos a realizar la gran inversión que se necesite en armas convencionales. Y aquí es donde también las tecnologías de vanguardia pueden ofrecemos algunos ahorros".

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No olvidar la fuerza nuclear

Esta concesión de Caspar Wemberger en detrimento de las armas nucleares es un supuesto meramente teórico, porque en seguida señala que "es importante que reforcemos nuestras fuerzas convencionales, como es importante que lo hagamos con las estratégicas y las tácticas".

El secretario de Defensa norteamericano río comparte la creencia existente entre los fabricantes europeos de armamento de que se les ponen trabas artificiales en Estados Unidos, aunque reconoce que existen ciertas resistencias. "No me parece que el mercado norteamericano esté cerrado para las armas europeas", dice.

"Compramos bastantes. Fabricamos aquí muchas de las que los europeos quieren. Contamos con algunos de los aviones que los países europeos desean tener y los hemos vendido, y hay sistemas europeos que fiemos comprado. Hay un sentimiento aislacionista en este país, y cada vez que compramos algún sistema europeo o no americano aparece una fuerte oposición con campañas de Compre productos norteamericanos contra las que tenemos que luchar con toda la fuerza".

"Creo -agrega Weinberger- que se produciría una mejor atmósfera general y probablemente tendríamos una mejor capacidad defensiva si hubiera mayor equilibrio comercial entre ambos lados del Atlántico y por eso hago hincapié en las tecnologías de vanguardias. Creemos que estas tecnologías deben desarrollarse sobre una base común y que debemos trabajar juntos en ellas".

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