El precedente italiano

Franca Rame, esposa de Dario Fo, tuvo una visión de futuro cuando conoció el texto que su marido se disponía a estrenar porque sospechó de la estrechez mental de políticos y periodistas, una circunstancia que ahora se repite casi milimétricamente en España, un país que ellos visitan con frecuencia y en el que sus obras parecen retratos de una realidad social paralela.El estreno de la comedia La mueca del miedo en Italia, en enero de 1981, fue precedido de una auténtica convulsión en la opinión pública, y, varios meses después, el propio autor prologaba la edición del texto bajo el títul...

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Franca Rame, esposa de Dario Fo, tuvo una visión de futuro cuando conoció el texto que su marido se disponía a estrenar porque sospechó de la estrechez mental de políticos y periodistas, una circunstancia que ahora se repite casi milimétricamente en España, un país que ellos visitan con frecuencia y en el que sus obras parecen retratos de una realidad social paralela.El estreno de la comedia La mueca del miedo en Italia, en enero de 1981, fue precedido de una auténtica convulsión en la opinión pública, y, varios meses después, el propio autor prologaba la edición del texto bajo el título de Terrorismo de prensa y calificaba las críticas recibidas como "golpes bajos cargados de rencor y ferocidad". Un senador del Partido Comunista de Italia (PCI) llegó a censurar la obra y equiparó al autor y a los actores con el Partido Radical.

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Tres años después de aquella tormenta, y una vez estrenada la obra en España, a cargo del grupo Tábano, la historia tiene una grotesca prolongación.

En el mismo prólogo, Dario Fo cita a Meyerhold y explica que el ciudadano puede burlarse de un león que quizá podría pagar la burla con una carcajada; el mismo gesto, practicado contra un político, decía Meyerhold, sería suicida, porque los políticos "son como monos" que huyen en la soledad pero son capaces de sacarte los ojos de un arañazo si se sienten protegidos por un león situado a sus espaldas.

No resulta extraño deducir que el delegado de Cultura de El Puerto de Santa María desconoce quién fue Meyerhold. No parece extraño, tampoco, que el propio político gaditano pensase que la frase iba dirigida especialmente contra las personas de su estamento. Meyerhold perteneció al Teatro del Arte de Stanislavski, contra cuyo estilo se rebeló en 1906 para buscar su propio camino en la expresión del actor con un conjunto de técnicas que se conocen como biomecánica.

Meyerhold proclamó el Octubre Teatral en 1917 y se puso al lado de la revolución rusa creando las llamadas brigadas agit-prop. Pero con el devenir del tiempo comprendió que la política y el arte, por dramático que sea, tienen poco que ver.

En 1937 le cerraron el teatro, y un año más tarde fue detenido por pronunciar un discurso contra el realismo socialista. Murió en 1942 en circunstancias aún no esclarecidas.

En una carta que fue publicada por el diario L'Unitá, Dario Fo decía: "Se me revuelve el estómago cuando unos locos que dicen combatir por el comunismo rompen la nuca a un carabinero o hacen pedazos a un periodista... El terrorismo es el ancla de salvación de la reacción". Dario Fo es un autor claramente de izquierdas, el Bertolt Bretich de los últimos tiempos.

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