Nuevo plató de cine para la industria catalana

Hoy se inaugura en Barcelona el Plató Ideal, instalado en el antiguo cine Ideal del barrio de Poble Nou. Con la apertura de este local la industria cinematográfica catalana recupera parte del espacio perdido con el incendio de los estudios Orphea, los mayores y mejor equipados con que contaba la ciudad.

El nuevo plató abre sus puertas gracias a una sociedad privada cuyos tres socios son el Institut del Cinema Catalá (ICC), el empresario Balañá y el arquitecto Gilbert López Atalaya. El Plató Ideal nace con un precontrato de colaboración con TV-3 que alquilará, durante los primeros oc...

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Hoy se inaugura en Barcelona el Plató Ideal, instalado en el antiguo cine Ideal del barrio de Poble Nou. Con la apertura de este local la industria cinematográfica catalana recupera parte del espacio perdido con el incendio de los estudios Orphea, los mayores y mejor equipados con que contaba la ciudad.

El nuevo plató abre sus puertas gracias a una sociedad privada cuyos tres socios son el Institut del Cinema Catalá (ICC), el empresario Balañá y el arquitecto Gilbert López Atalaya. El Plató Ideal nace con un precontrato de colaboración con TV-3 que alquilará, durante los primeros ocho meses de funcionamiento de la instalación, 20 días mensuales de plató.

Los estudios Orphea ardieron en 1962. Sus dos platós, de más de 1.000 metros cuadrados, ya nunca tuvieron dignos sustitutos y el cine en Barcelona abordó el período de la reforma García-Escudero en condiciones de inferioridad.

Hoy, 25 de julio de 1984, Barcelona recupera, de la mano de la iniciativa privada, pero gracias a la existencia de empresas públicas autóctonas con suficiente poderío, una parte del espacio perdido con el incendio de Orphea.

El Plató Ideal consta de una única nave, de 730 M2, perfectamente insonorizada, con una instalación eléctrica que puede soportar 400 kilovatios, y con unos servicios anexos que comprenden 12 camerinos de distintas capacidades, seis despachos y espacio para el almacenado y montaje de decorados.

Si Plató Ideal es un invento que ha salido adelante se debe al Institut del Cinema Català (ICC), al empresario Balañá -probablemente el hombre que más cines tiene en toda España- y al arquitecto Gilbert López Atalaya, un técnico que ha dirigido la construcción de más de 240 salas de exhibición, muchas de ellas nacidas de una sala gigante que se divide en varias de pequeño aforo.

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