Expediente a dos funcionarios de la Junta andaluza por la desaparición de siete grabados

La desaparición de siete grabados prestados para la exposición Andalucía en la estampa, cuyo valor en su conjunto no excede a las 150.000 pesetas, abre un proceso de imprevisibles consecuencias entre el actual equipo responsable de la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el equipo antecesor. Por el momento, han sido abiertos expedientes a dos funcionarios de la consejería, que trabajaron para la exposición en condiciones difíciles.

La exposición Andalucía en la estampa fue organizada bajo el mandato del anterior consejero de Cultura, Rafael Román. Venía a cubrir la fe...

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La desaparición de siete grabados prestados para la exposición Andalucía en la estampa, cuyo valor en su conjunto no excede a las 150.000 pesetas, abre un proceso de imprevisibles consecuencias entre el actual equipo responsable de la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el equipo antecesor. Por el momento, han sido abiertos expedientes a dos funcionarios de la consejería, que trabajaron para la exposición en condiciones difíciles.

La exposición Andalucía en la estampa fue organizada bajo el mandato del anterior consejero de Cultura, Rafael Román. Venía a cubrir la fecha del 28 de febrero, fiesta nacional en Andalucía, en conmemoración del referéndum que dio paso al acceso de Andalucía a la autonomía. Fue concebida con carácter itinerante. Se pensó que se instalara, en principio, en Granada para ser trasladada luego a Sevilla y más tarde, a las distintas capitales andaluzas: La exposición estaba basada en el préstamo de distintos coleccionistas particulares, cuyo material fue depositado en un despacho de las instalaciones de la consejería de Cultura, en la tercera planta. A dicha tercera planta se accedía, según pudo saber este periódico, tras el paso por una puerta dotada de llave, pero generalmente abierta. Ya en esa tercera planta, los grabados entregados a préstamo estaban depositados en un cuarto que, durante un período entre tres y cinco días, careció de llave.Para esas fechas, primeros de febrero, la consejería de Cultura hacía poco tiempo que estaba ocupando sus nuevas instalaciones. Los dos funcionarios que han sido expedientados hasta la fecha, Rafael Parrilla, jefe de la sección de exposiciones, y José María Martín, jefe de sección de inventario general, denunciaron en su día la precariedad de la situación.

Antes de que fuera montada la exposición, cuyo material fue recogido y almacenado en Sevilla antes de su traslado a Granada, ya se detectó el robo o la pérdida de una de sus piezas más valiosas. La pérdida fue achacada al tránsito de los grabados entre el cuarto en que estaban guardados y el lugar en que se hacían las reproducciones precisas para el catálogo que se editó para la ocasión. Luego, durante su exhibición, se detectó el robo de otro grabado, sustracción que se produjo ya bajo el mandato del nuevo consejero de Cultura, Torres Vela, y que fue inmediatamente denunciado a la policía.

Tras ser desmontada la muestra, y a la vista de que se conocía ya la desaparición de dos piezas, se decidió no proseguir con la exposición itinerante.

La desaparición de los grabados, cuyo valor en conjunto no excede de las 150.000 pesetas y no ha provocado ninguna queja de importancia en sus dueños, coincide con el enfrentamiento de criterios entre el actual equipo rector de la consejería de Cultura y el anterior. El actual consejero, Javier Torres Vela, ha expresado públicamente su falta de interés por exposiciones de este tipo. De hecho, ha rechazado la salida que propuso su predecesor, consistente en comprar en el mercado internacional copias idénticas de los grabados desaparecidos y entregárselos a los propietarios.

Los dos funcionarios a los que se abre expediente, son los más directamente relacionados con la exposición; del anterior titular, Rafael Román, se ha deslizado la versión de que gastó inútilmente importantes cantidades de dinero en este tipo de actividades. Simultáneamente, desde la cúpula de la consejería se han deslizado acusaciones al anterior consejero de malgastar los fondos en actividades de este tipo, y de haber comprometido la gestión del actual por compromisos económicos anteriores. El actual consejero, Torres Vela, no quiso manifestarse sobre la presunta ligereza de gastos del anterior consejero, quien tampoco quiso decir nada.

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