El Grupo Popular denuncia las cuentas del Último Festival de Cine de La Coruña

El Grupo Popular ha denunciado graves irregularidades económicas y administrativas en la gestión del Festival de Cine de La Coruña, cuyos dirigentes han efectuado gastos que la mencionada coalición considera injustificables. Entre estos gastos figuran algunos relacionados con la representación del director del certamen, cuyo último viaje a Cannes costó a la administración municipal, que financia el certamen, más de un millón de pesetas. La coalición pide que se invaliden las cuentas del festival.

Reiterándose en los supuestos de desviación de caudales públicos y malversación del gasto, ...

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El Grupo Popular ha denunciado graves irregularidades económicas y administrativas en la gestión del Festival de Cine de La Coruña, cuyos dirigentes han efectuado gastos que la mencionada coalición considera injustificables. Entre estos gastos figuran algunos relacionados con la representación del director del certamen, cuyo último viaje a Cannes costó a la administración municipal, que financia el certamen, más de un millón de pesetas. La coalición pide que se invaliden las cuentas del festival.

Reiterándose en los supuestos de desviación de caudales públicos y malversación del gasto, detectados anteriormente en un informe de la intervención municipal, el Grupo Popular del Ayuntamiento coruñés ha presentado un recurso de reposición para que se invaliden las cuentas del Festival Internacional de Cine de La Coruña de 1983, aprobadas con los únicos votos del gobierno municipal socialista. A esta iniciativa se había anticipado días atrás el partido Esquerda Galega, que no cuenta con representación municipal, y el acuerdo recurrido también próximamente por el otro grupo que integra la corporación, La Coruña Unida (LCU).Tanto LCU como el Grupo Popular habían solicitado en la sesión plenaria que dio el refrendo a las cuentas, celebrada a finales del pasado mes de marzo, que previamente se realizara una auditoría contable. Al tiempo que se anunciaba la suspensión definitiva de la edición de este año, el grupo municipal socialista no respaldaba la propuesta de la auditoría y aprobaba en solitario, con una mayoría de 14 votos sobre trece, las cuentas del pasado festival, que arrojan un desfase presupuestario de más del 100 por 100.

El coste final del polémico festival, que también a nivel cultural defraudó las primeras expectativas, fue de 73.438.000 pesetas, a las que hay que sumar cinco millones más a cargo del director del certamen, frente a un presupuesto inicial de 34 millones, cifra sobre la que giró el coste de la edición, de 1982.

"Desfase y descontrol"

En el informe elaborado por la intervención municipal, citado como prueba testifical por los recurrentes, figura una advertencia por la eventual ilegalidad de varios capítulos, solicitándose que "sean exigidas las responsabilidades a que hubiere lugar". Las dos principales irregularidades apuntadas en este documento técnico son: "desviación de caudales públicos por importe de 4.813.250 pesetas", así como "un exceso no autorizado en el gasto por un total de 33.625.096 pesetas". Al parecer, entre otras anomalías, se habrían utilizado fondos de las taquillas del festival para efectuar pagos directos sin que revirtieran en las arcas municipales.El concejal de Imagen y portavoz municipal en este asunto, Enrique Carreira, admitió en la rendición de las cuentas cierto desfase y descontrol, situándolo principalmente en el capítulo de gastos de invitados, jurado, viajes, hoteles y comidas. En las deudas reconocidas figuraban ocho millones a dos hoteles coruñeses, 2.500.000 a taxistas de la ciudad, siete millones a una imprenta y cantidades de diferente cuantía a otros establecimientos comerciales y hosteleros.

Entre las abundantes facturas que motivaron requerimientos de la intervención municipal aparece la de un almuerzo en el que se gastó más en aperitivos, vinos y licores que en la propia comida, y otra del director del festival, Ángel Arijón, por un viaje al certamen de Cannes que importa 1.136.113 pesetas.

Según el recurso del Grupo Popular, se ha actuado "con onerosidad rayana en lo delictivo". "Es mucho dinero", se afirma, "para gastar sin freno ni control, con inexcusable negligencia; y de todo esto no puede ser culpable sólo el director o un concejal delegado, sino todos cuantos de un modo u otro han consentido los actos administrativos anómalos, atípicos, ilegales, ilícitos y contrarios a derecho".

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