Tribuna:MÚSICA CLÁSICA

El tacto de la Orquesta Ciudad de Valladolid

Integrada en la serie de actos musicales programados por la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid, tuvo lugar el pasado lunes la presentación en el Teatro Real de la Orquesta Ciudad de Valladolid, en la nueva etapa que cumple ahora su segunda temporada bajo la dirección solvente de un joven maestro, Luis Remartínez.Más de cuarenta músicos bien seleccionados, no todos ellos españoles, y cuya media de edad queda bastante por debajo de la treintena, integran esta orquesta de formación clásica. En el pasado mes de octubre pudimos aplaudir en Valladolid no sólo los admirab...

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Integrada en la serie de actos musicales programados por la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid, tuvo lugar el pasado lunes la presentación en el Teatro Real de la Orquesta Ciudad de Valladolid, en la nueva etapa que cumple ahora su segunda temporada bajo la dirección solvente de un joven maestro, Luis Remartínez.Más de cuarenta músicos bien seleccionados, no todos ellos españoles, y cuya media de edad queda bastante por debajo de la treintena, integran esta orquesta de formación clásica. En el pasado mes de octubre pudimos aplaudir en Valladolid no sólo los admirables logros obtenidos en tan sólo una temporada, sino también el buen ambiente con que el público vallisoletano ha rodeado a su orquesta.

Estas calidades se han revalidado ahora en el Teatro Real. La Orquesta Ciudad de Valladolid suena empastada, actúa con evidente compenetración con su director y en todo momento parece empeñada no ya en tocar bien, sino en hacer música. Probablemente no hay mejor síntoma que éste para apostar por su progresiva mejoría como conjunto sinfónico.

Un aspecto llama la atención: en un país como el nuestro, donde la escasez de instrumentistas de cuerda ocasiona que las orquestas se tambaleen por este lado, resulta notable que acaso sea la cuerda la sección más destacada de la orquesta vallisoletana, encabezada por una excelente violinista como es Isabel Vila.

La concertino, así como Julius Lakatos (violín), Luis M. Correa (violonchelo) y José Luis Álvarez (contrabajo) lucieron sus calidades en la Sinfonía número siete de Haydn, tras cuya interpretación también la solista de flauta fue destacada por Remartínez.

El programa seguía con la primera audición madrileña.del Concierto del alma, de Tomás Marco, obra en la que intervino como espléndido solista Francisco Romo, con facilidad para resolver los problemas técnicos de la escritura y con un sonido no grande pero muy bello. El concierto concluyó con un clima de franco éxito, con la Sinfonía escocesa, de Mendelssohn.

El programa interpretado ahora en Madrid, y antes (el día 9) en Alcalá de Henares, resulta indicativo del tacto con que se está llevando a cabo la programación de la orquesta vallisoletana, basada en los autores clásicos y del primer romanticismo, cuyas exigencias instrumentales se adecúan con la de la propia orquesta, pero abierto a repertorios modernos.

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