El rearme en Europa

La actitud soviética complica las START y pone en peligro el futuro de la distensión

El comienzo de la instalación de los curomisiles en la República Federal de Alemania (RFA) no tendrá como única consecuencia la interrupción de las conversaciones de Ginebra sobre armas de alcance medio, sino que además complcará las negociaciones que se desarrollan en la misma ciudad sobre armas estratégicas (START) y pondrá en peligro el futuro de algunos acuerdos elaborados durante la distensión, como el Tratado de Moscú, firmado por la RFA y la URSS.A juicio de fuentes oficiales soviéticas, éstas son las consecuencias del voto favorable del Parlamento alemán occidental al despliegue de los...

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El comienzo de la instalación de los curomisiles en la República Federal de Alemania (RFA) no tendrá como única consecuencia la interrupción de las conversaciones de Ginebra sobre armas de alcance medio, sino que además complcará las negociaciones que se desarrollan en la misma ciudad sobre armas estratégicas (START) y pondrá en peligro el futuro de algunos acuerdos elaborados durante la distensión, como el Tratado de Moscú, firmado por la RFA y la URSS.A juicio de fuentes oficiales soviéticas, éstas son las consecuencias del voto favorable del Parlamento alemán occidental al despliegue de los misiles Pershing 2 y de crucero; pero la principal incógnita seguía ayer en pie: ¿Cuánto tiempo tardará el Kremlin en reincorporarse a la mesa de negociaciones en Ginebra? De'momento, tiene un largo plazo para hacerlo: los cinco años que se tardará en concluir el despliegue.

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Los analistas de la Prensa soviética no aportaban ayer ningún nuevo argumento que no hubiera sido usado durante los meses anteriores, cuando aún existían esperanzas de que se llegara a un compromiso entre soviéticos y estadounidenses que impidiera la siembra de los euromisiles.

Amenaza de guerra nuclear

Para la agencia soviética Novosti, el proceso que se inicia con el voto favorable del Bundestag implica un "debilitamiento global de la estabilidad estratégica", ya que "la paridad militar existente en la actualidad se verá quebran tada en el sector más sensible de las relaciones Este-Oeste", al rearmarse Washington con "sistemas de nueva generación susceptibles de provocar una guerra nuclear, de tal forma y en tales plazos que a ninguna de las partes le sea posible controlar la evolución de los acontecimientos".

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La agencia oficial Tass dio a conocer ayer un único comentario, que cayó en los teletipos minutos antes de que se conociera la retirada soviética de Ginebra. Tass afirmaba que el voto del Bundestag era ilegal, por atentar contra el artículo 24 de la Constitución de la RFA. Tass argumentaba al respecto que Bonn cederá parte de sus propios derechos soberanos al presidente de Estados Unidos, dándole la única llave con la que se pueden disparar los euromisiles.

La agencia oficial soviética -citando al desde hace más de tres meses ausente líder soviético, Yuri Andropov- repetía una vez más que la URSS "dará su propia respuesta". "Estas medidas", concluía, "serán de tal envergadura que los propios norteamericanos sentirán inevitablemente la diferencia entre la situación que existía antes del despliegue de los cohetes en Europa occidental y la que existirá después".

Tres son las medidas que el Krenilin ha anunciado ya que tomará contra los euromisiles: siembra de más cohetes SS-20, despliegue de misiles de alcance medio en Checoslovaquia y República Democrática Alemana y puesta en servicio de nuevas armas nucleares en lugares no especificados de las cercanías de Estados Unidos.

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