Un centenar de detenidos en Chile en la séptima jornada de protesta

Con un saldo de 13 heridos de bala, cuatro de ellos en grave estado, un centenar de detenidos y decenas de contusionados por golpes de la policía, finalizó en Chile la séptima jornada nacional de protesta, convocada por la oposición al régimen del general Pinochet.

A diferencia de las seis jornadas de protesta anteriores, en las que el número total de muertos sobrepasó los 80, la jornada del jueves tuvo un carácter más pacífico que en precedentes oportunidades. El único incidente mortal se produjo en Santiago cuando un microbús perdió el control al intentar sortear una barricada y atrop...

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Con un saldo de 13 heridos de bala, cuatro de ellos en grave estado, un centenar de detenidos y decenas de contusionados por golpes de la policía, finalizó en Chile la séptima jornada nacional de protesta, convocada por la oposición al régimen del general Pinochet.

A diferencia de las seis jornadas de protesta anteriores, en las que el número total de muertos sobrepasó los 80, la jornada del jueves tuvo un carácter más pacífico que en precedentes oportunidades. El único incidente mortal se produjo en Santiago cuando un microbús perdió el control al intentar sortear una barricada y atropelló a dos peatones, que fallecieron a consecuencia de las heridas.La característica más destacable de la séptima jornada de protesta fue la paralización general de actividades durante 10 minutos, realizada al mediodía, coincidiendo simultáneamente con la entrega en la sede del Gobierno de un memorándum que incluye reivindicaciones sindicales y políticas.

En este lugar, después de haber dejado el documento en una oficina de atención al público, los líderes sindicales Rodolfo Seguel y Manuel Bustos encabezaron una marcha pacífica. Durante el trayecto los manifestantes fueron dispersados por la policía, que golpeó a muchos de ellos, incluyendo a Seguel.

Durante el mediodía en numerosos lugares de trabajo se realizaron paros y asambleas. Los enfrentamientos más intensos se registraron en el sector universitario, donde centenares de jóvenes intentaron cortar el tráfico de una importante avenida, junto a la Academia Pedagógica, siendo disueltos violentamente por los carabineros. En ese lugar se produjo un duro enfrentamiento de cuatro horas de duración en el que varios estudiantes resultaron heridos de bala y tres policías con contusiones. La policía detuvo aquí a más de 60 personas.

Por la noche, mientras en la mayoría de los barrios santiaguinos se oía el rítmico sonido de las cacerolas, en algunos puntos aislados se produjeron nuevos choques entre la policía y manifestantes, en su mayoría jóvenes.

Mientras tanto en Valparaíso, un puerto distante 140 kilómetros de la capital, los incidentes se centraron en las dos principales universidades de la ciudad, donde también los estudiantes mantuvieron una dura lucha con la policía durante varias horas.

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Valdés, contra Pinochet

En Concepción, una ciudad a 500 kilómetros al sur de la capital, el dirigente de la Alianza Democrática Gabriel Valdés fue el principal orador en una concentración realizada por la oposición con autorización del gobernador provincial. En su discurso, Valdés reiteró la petición de la oposición para que "el presidente Pinochet renuncie y abandone el poder y el Gobierno en manos de quien reúna condiciones que pongan en marcha el país".

Muchos líderes, tanto sindicales como políticos, criticaron duramente una ley hecha pública por el Gobierno, y que entró en vigor el mismo día de la jornada protesta, que sanciona con graves penas de cárcel o expulsión del país a quienes convoquen actos de protesta. La mayoría de la oposición calificó la ley, tramitada en tiempo récord, como una muestra de la debilidad en que se encuentra el Gobierno, que debe apelar a nuevas leyes represivas frente al avance del pueblo.

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