Cartas al director

El presupuesto de recetas

Por primera vez en su historia, el Insalud muestra una clara voluntad de contener el gasto farmacéutico. Sin embargo, el sistema de presupuesto de recetas que para ello se propone aplicar y que en un reciente artículo -en el que me alude amablemente- explica Enrique de la Granda, jefe del servicio de prestaciones, farmacéuticas del Insalud, tiene, a mi juicio, escasa capacidad de contención. Porque: a) desconsidera, los precios de los medicamentos (cuenta recetas y no pesetas); b) no introduce, por tanto, en las prescripciones farmacéuticas la competencia por el precio, im...

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Por primera vez en su historia, el Insalud muestra una clara voluntad de contener el gasto farmacéutico. Sin embargo, el sistema de presupuesto de recetas que para ello se propone aplicar y que en un reciente artículo -en el que me alude amablemente- explica Enrique de la Granda, jefe del servicio de prestaciones, farmacéuticas del Insalud, tiene, a mi juicio, escasa capacidad de contención. Porque: a) desconsidera, los precios de los medicamentos (cuenta recetas y no pesetas); b) no introduce, por tanto, en las prescripciones farmacéuticas la competencia por el precio, imprescindible para alcanzar la eficiencia en la distribución de los recursos farmacéuticos (no hay nada en el sistema que estimule al médico a elegir el medicamento de menor precio entre los bioequivalentes o similar-es, ni el tratamiento de menor coste entre los alternativos); c) penaliza los productos farmacéuticos baratos al situarlos ante el médico con idéntico valor -una receta- que los caros; y d) puede alentar la prescripción de los envases de mayor tamaño, puesto que, prolongado el tratamiento, el médico gasta un menor número de recetas.El presupuesto de recetas no me parece que pueda hacer otra cosa que recortar los flecos desorbitados de la prescripción farmacéutica. Esto es, sin duda, interesante y plausible, pero no suficiente. El consumo excesivo y, por tanto, el gasto innecesario, persistirán en gran parte. El presupuesto de recetas es un sistema de menor alcance y eficacia que el denominado presupuesto finito, sobre el que he escrito en otra ocasión (véase EL PAIS, 5 de abril de 1983) y que Enrique de la Granda cree inaplicable porque "al médico le resulta imposible contabilizar el coste de las prescripciones". Quiero hacer observar que el establecimiento del presupuesto finito comprendería la obligación para el Insalud de facilitar periódicamente a cada médico un estado de situación del presupuesto particular, así como información constante sobre precios de fármacos y costes de tratamientos alternativos. El Insalud dispone de medios infórmáticos para hacer esto bien. Al mismo tiempo podría estimular, con íricentivos al médico, la prescripción eficiente. /

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