Reportaje:Las democracias industriales, ante la crisis

El desempleo continúa siendo la mayor, preocupación de los ciudadanos de las democracias industriales

La crisis energética y la inflación preocupan menos, en términos generales, a los ciudadanos de las democracias industriales que el desempleo, la amenaza de guerra o el armamento nuclear, de acuerdo con los resultados de un sondeo de opinión pública efectuado en la segunda quincena del pasado mes de marzo sobre muestras de, aproximadamente, un millar de personas de los siguientes países: Francia, República Federal de Alemania (RFA), Reino Unido, Noruega, España, Holanda, Italia, Estados Unidos y Japón.La preocupación por el paro forzoso es significativamente más alta en este sondeo que en el a...

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La crisis energética y la inflación preocupan menos, en términos generales, a los ciudadanos de las democracias industriales que el desempleo, la amenaza de guerra o el armamento nuclear, de acuerdo con los resultados de un sondeo de opinión pública efectuado en la segunda quincena del pasado mes de marzo sobre muestras de, aproximadamente, un millar de personas de los siguientes países: Francia, República Federal de Alemania (RFA), Reino Unido, Noruega, España, Holanda, Italia, Estados Unidos y Japón.La preocupación por el paro forzoso es significativamente más alta en este sondeo que en el anterior, efectuado en septiembre del pasado año y publicado en octubre. En la primera encuesta se indagaron principalmente problemas de seguridad, liderazgo y presupuesto militar de la Alianza Atlántica. En este segundo sondeo, que por primera vez incluye a Japón, se ha puesto el acento en las tensiones económicas mundiales, en la manera en que afectan a las sociedades industriales y en el impacto que tienen sobre la vida de los ciudadanos.

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El Instituto Atlántico para Asuntos Internacionales de París, de carácter privado, con la cooperación de las instituciones y diarios citados, inició este programa de encuestas de opinión pública, que durará dos años, para "encontrar respuestas creativas a una situación que parece estar convirtiéndose en un diálogo de sordos".

El objetivo del programa es "investigar, analizar y difundir información original y profunda sobre determinados factores, que son la base de la ansiedad, controversias e incertidumbre presentes en el mundo industrializado".

Un primer análisis de los resultados de la segunda encuesta revela diferencias significativas entre Estados Unidos y Europa continental respecto a la crisis económica mundial. Un alto porcentaje de norteamericanos, cree que la crisis será corta y que puede resolverse simplemente con medidas de carácter nacional. El resto de los ciudadanos encuestados, con excepción de los británicos, piensa, por el contrario, que la crisis será larga y que requerirá la adopción de medidas internacionales.

La inadecuada política gubernamental se considera, en todos los países, como una de las principales causas de las actuales dificultades económicas. Los ciudadanos encuestados, con excepción de los japoneses, apoyan el proteccionismo en sus respuestas y se muestran favorables a la restricción de importaciones, particularmente en Estados Unidos, Reino Unido y España. Sólo Japón y Noruega aparecen como partidarios del libre comercio internacional. Los autores de la encuesta concluyen que, "pese a las declaraciones de internacionalismo, las políticas nacionales se consideran comúnmente como esenciales por las personas consultadas".

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Sacrificios contra el desempleo

Para luchar contra el desempleo, un elevado número de los encuestados se declara dispuesto a hacer algún tipo de sacrificio personal, como la jubilación anticipada o la congelación de sus salarios. Casi ninguno, por el contrario, aceptaría que estos sacrificios alcanzaran a la seguridad social o a las pensiones de vejez.

La mayoría de los encuestados se declara también de acuerdo en reducir los gastos de defensa de sus respectivos Estados, a cambio de mejorar la seguridad social, la sanidad pública y la educación. Sorprendentemente, un elevado porcentaje de ciudadanos, en todas las naciones en las que se efectuó el sondeo, está de acuerdo con la idea de que su respectiva sociedad "vive por encima de sus medios".

El armamento nuclear aparece como un motivo de preocupación creciente, en especial en Italia y la República Federal de Alemania, mientras que, curiosamente, la amenaza de guerra se considera algo menos preocupante que en la encuesta anterior, con las excepciones de España e Italia. Esto parece demostrar que las poblaciones consultadas, en general, temen menos el riesgo de una guerra convencional que el de un conflicto generalizado Este-Oeste, que podría incluir la utilización de armas atómicas, y los riesgos añadidos de este tipo de armamento, desde el fracaso de las conversaciones de Ginebra hasta la escalada nuclear de las grandes potencias, sin olvidar los riesgos de escapes de radiactividad o de proliferación atómica.

El temor a la criminalidad desciende en términos generales, y aparece con los porcentajes más elevados en Estados Unidos y Holanda, donde aumenta en los últimos seis meses un 6% y un 8%, respectivamente, mientras que desciende significativamente en España.

La preocupación ante una nueva crisis energética es muy baja en los nueve países donde se realizó el sondeo, pero la inestabilidad de los precios del petróleo aparece todavía en casi todos ellos como una de las principales causas de la crisis económica. La política de exportaciones japonesa no se ve como un peligro especialmente amenazante para las economías occidentales, con la excepción de los encuestados en la República Federal de Alemania y, extrañamente, en el propio Japón.

El riesgo que supone la inestabilidad del sistema monetario internacional se acusa principalmente en las respuestas de los franceses y, en menor medida, de los italianos y españoles. Hace sólo unos días que el presidente François Mitterrand propuso ante la OCDE la reestructuración del sistema monetario internacional. Sin embargo, los efectos negativos que pudiera tener en Occidente la política económica norteamericana no reciben porcentajes de respuestas muy elevados, salvo en Japón y España, que, por otra parte, superan escasamente a las recogidas en el propio Estados Unidos. En cuanto al comercio con la Unión Soviética y los países del Este hay claras mayorías a favor de un aumento del intercambio, excepto en EE UU, Holanda y Reino Unido.

El problema de la calidad del liderazgo político no parece preocupar especialmente a los europeos, si se exceptúa Holanda, pero es

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El desempleo continúa siendo la mayor preocupación de los ciudadanos en las democracias capitalistas

Viene de la página 3 una importante causa de inquietud en Estados Unidos. Los autores de la encuesta interpretan que este aumento de preocupación -de un 10% en el último medio año- respecto a los responsables de la nación no se refiere exclusivamente al presidente Ronald Reagan, sino que demuestra una significativa falta de confianza popular tanto en la Administración republicana como en el Congreso. Esta idea se complementa con las respuestas sobre el recelo ante un excesivo gasto gubernamental, que han aumentado un 9% en Norteamérica desde el pasado mes de septiembre, una cifra récord en comparación con las registradas en las otras ocho democracias industriales.

Otro dato significativo de esta encuesta transeuropea, transatlántica y transpacífica es el alto porcentaje de respuestas del tipo "no sabe, no contesta" que se dan en Japón, que llegan al 40% en algunos casos y hasta al 60% en otros. Además, la sociedad nipona, que posee las tasas más bajas de inflación y de criminalidad del mundo capitalista, se muestra muy preocupada por estos dos factores, lo que, para los autores del sondeo, sugiere una "inseguridad psicológica" no muy diferente de la que existe en otras sociedades industriales.

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