Los Presupuestos Generales del Estado de 1983

Escaso aumento de los gastos e ingresos previstos por el Estado, en comparación con años anteriores

Los Presupuestos Generales del Estado para 1983 fueron calificados ayer por el ministro de Economía y Hacienda como "presupuestos de transición entre la inercia del pasado y lo que puede ser un gasto público ajustado a una sociedad moderna". Prevén gastos por 4.513.305 millones de pesetas e ingresos por 3.402.110, con un déficit resultante de 1.111.196 millones. Si se le añaden los de la Seguridad Social y otros organismos autónomos, los gastos consolidados de las administraciones públicas -es decir, restando las transferencias del Estado- ascienden a 7,39 billones de pesetas, y los ingresos, ...

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Los Presupuestos Generales del Estado para 1983 fueron calificados ayer por el ministro de Economía y Hacienda como "presupuestos de transición entre la inercia del pasado y lo que puede ser un gasto público ajustado a una sociedad moderna". Prevén gastos por 4.513.305 millones de pesetas e ingresos por 3.402.110, con un déficit resultante de 1.111.196 millones. Si se le añaden los de la Seguridad Social y otros organismos autónomos, los gastos consolidados de las administraciones públicas -es decir, restando las transferencias del Estado- ascienden a 7,39 billones de pesetas, y los ingresos, a 6,29 billones de pesetas.

El ministro Boyer destacó que para llegar a estas cifras se ha hecho un esfuerzo importante de contención del déficit público, pues frente al anunciado de 1,35 billones (el 6% de la producción nacional estimada de bienes y servicios para el presente año) queda otro de 1,1 billones. Ello ha sido posible gracias a recortes iguales del 8% por cada ministerio con respecto al proyecto inicial.Añadió el titular de Economía y Hacienda que el Gobierno ha dispuesto de poco tiempo para invertir las tendencias negativas negativas, debido a que en realidad ha confeccionado desde noviembre tres presupuestos: el decreto-ley de prórroga, que recogía importantes medidas urgentes; la regularización de anticipos que no habían pasado por las cuentas del Estado; y los normales de 1983, para los cuales había que esperar a las primeras negociaciones que se hacen con los funcionarios. "Además, hemos empezado ya con los de 1984".

Tras expresar confianza en que el déficit público no llegue al 6% de 1982, pese a que hay 150.000 millones de pesetas de déficit de la Seguridad Social que ha sido asumido este año, anunció una fuerte reducción en el recurso del Tesoro al Banco de España, vía poco ortodoxa que incrementa el coste de su financiación. En total, las emisiones de deuda pública a medio y largo plazo absorberán 380.000 millones de pesetas, de ellos 240.000 la interior y 140.000 la exterior. Asimismo, la deuda a corto y el recurso al Banco de España, con preferencia por la primera para sustituir la generación de base monetaria y cumplir el objetivo de aumento del 13% en las disponibilidades líquidas, sumarán 731.000 millones de pesetas. En caso de alcanzarse los límites de emisión de deuda señalados para 1983, 650.000 millones de pesetas, el recurso al Banco de España se reduciría a 81.196 millones, lo que rompería su tendencia ascendente de los últimos años.

Los ingresos del Estado se incrementan un 22,1% y los gastos un 29,4% respecto a las cifras presupuestadas inicialmente para 1982. Pero si se comparan con las ejecutadas realmente los gastos crecen el 11,2%, ya que el año pasado fueron muy superiores a los previstos al principio.

El ministro subrayó también que la masa salarial de los funcionarios públicos, que se llevará un 26% de los presupuestos estatales, crecerá el 12%, con incremento mínimo garantizado del 9,5%. Para paliar el retraso en la aprobación de los Presupuestos, que estarán en el Parlamento más de un mes para su tramitación, el Gobierno publicará los próximos días un decreto que anticipa desde enero el 9%.

Boyer señaló también que la demora en la presentación de las cuentas del Estado no ha influido en la actividad económica ni debe determinar su cumplimiento, pues con la prórroga de las de 1982 los ministerios habían dispuesto en el primer trimestre casi la mitad de los créditos de todo el año.

Expansión de las transferencias

Las inversiones civiles del Estado aumentan el 23,6% en términos homogeneos con respecto a 1982, y supondrán algo más del 9% del total.Por el contrario, hay un fuerte incremento de las transferencias de carácter social: las previstas para el Instituto Nacional de Empleo con el fin de cubrir el seguro de desempleo alcanzan los 233.000 millones de pesetas, tras aumentar el 35% sobre los Presupuestos de 1982. También es de esta índole, concretamente del 35,1%, la expansión de las transferencias del Estado a la Seguridad Social, que pese a haber sido recortadas sobre las cifras iniciales llegan a 473.000 millones de pesetas y permitirán reducir las cuotas empresariales. Según el ministro, ambos datos configuran un presupuesto de 1983 orientado a la satisfacción de necesidades de gran proyección social.

El aumento de las transferencias a los ayuntamientos se eleva de 149.000 a 211.424 millones de pesetas, incrementando su participación sobre la recaudación fiscal no susceptible de cesión a las autonomías del 7% al 8%. Igualmente, la parte de la inversión pública destinada a las comunidades autónomas por el Fondo de Compensación Interterritorial pasa de 180.000 a 204.000 millones de pesetas. Las transferencias del Estado para la reconversión de sectores en crisis se sitúan en 34.000 millones de pesetas, las destinadas a la gratuidad de la enseñanza en 76.000 millones, las del Instituto Nacional de Industria en 72.240 millones de pesetas (casi todos vía capital), las del Instituto Nacional de Hidrocarburos en 22.750, y las de fomento de la exportación en 8.500 millones de pesetas.

En total, las transferencias corrientes suponen el 37,7% de los Presupuestos del Estado, frente al 4,2% del pago de intereses, el 3,6% de la compra de bienes y servicios, el 13,5% de las transferencias de capital, y el 7% de la variación de activos y pasivos financieros.

Miguel Boyer advirtió que los mayores incrementos observados en el reparto por secciones (véase página anterior) no deben sorprender, pues en la deuda e intereses ha influido la depreciación de la peseta, como también en los presupuestos de personal de Asuntos Exteriores y Economía, que tienen muchos funcionarios en el extranjero.

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