Nueva propuesta de desarme del Kremlin

Moscú propone un acuerdo de paridad de armas estratégicas con EE UU y la reducción de misiles nucleares en Europa.

El máximo dirigente del Partido Comunista de la URSS (PCUS), Yuri Andropov, propuso ayer a Estados Unidos un "acuerdo honesto basado en la paridad" para la limitación del armamento estratégico. Como primer paso, la URSS acepta reducir sus armas de este tipo en más del 25%, a condición de que la Administración norteamericana se comprometa a hacer otro tanto.

La Unión Soviética se muestra dispuesta también a limitar su arsenal nuclear en Europa hasta dejar desplegado "el mismo número de misiles que Francia y el Reino Unido, ni uno más", aseguró Andropov. La URSS prescindiría, en caso de l...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El máximo dirigente del Partido Comunista de la URSS (PCUS), Yuri Andropov, propuso ayer a Estados Unidos un "acuerdo honesto basado en la paridad" para la limitación del armamento estratégico. Como primer paso, la URSS acepta reducir sus armas de este tipo en más del 25%, a condición de que la Administración norteamericana se comprometa a hacer otro tanto.

Más información

La Unión Soviética se muestra dispuesta también a limitar su arsenal nuclear en Europa hasta dejar desplegado "el mismo número de misiles que Francia y el Reino Unido, ni uno más", aseguró Andropov. La URSS prescindiría, en caso de llegarse a un acuerdo, "de varios cientos de misiles, entre ellos algunas decenas de los más modernos, los SS-20".En el discurso conmemorativo del 60º aniversario de la fundación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el secretario general del PCUS precisó que su oferta a Estados Unidos incluye "la congelación de los arsenales estratégicos de las dos partes mientras se desarrollan las negociaciones". Advirtió, sin embargo, que su país "no está dispuesto a hacer concesiones unilaterales", en caso de que Washington rechace la propuesta, y en ese caso "estaremos obligados a responder al desafío de parte norteamericana con el despliegue de nuestras armas apropiadas, al MX con nuestro misil de crucero de largo alcance, que actualmente está en ensayo".

Las principales calles de Moscú volvían a estar ayer, como lo estuvieron el pasado mes de noviembre con ocasión de 65º aniversario de la revolución y del entierro de Leónidas Breznev, decoradas con banderas rojas celebrando la amistad y la unidad de los pueblos soviéticos. 135 delegaciones extranjeras han llegado hasta la capital de la URSS para escuchar al nuevo número uno del Kremlin. Ante la mirada atenta de los invitados, veteranos de la revolución de octubre, dirigentes del Pacto de Varsovia y todos los miembros del Politburó, Andropov, con traje azul y corbata a rayas rojas y azules, pronunció el discurso más importante de su reciente mandato.

Yuri Andropov tomó la iniciativa en el diálogo sobre desarme y consideró que sus propuestas "bloquean todos los eventuales canales para proseguir la carrera de armamentos". "Y esto no es más que un principio", aseguró, "un acuerdo sobre esta base podría colocarnos en el punto de partida de una reducción recíproca todavía más importante de este tipo de armas". La propuesta incluye "a todo tipo de armas estratégicas, sin excepción", y el acuerdo abarcaría también "la limitación al máximo del perfeccionamiento de esas armas".

El líder soviético destacó la necesidad de detener el riesgo de una guerra en Europa y reconoció que "en ese sentido se han hecho ya algunas cosas, en particular en el marco de los acuerdos de Helsinki". En una muestra de moderación, Andropov afirmó que la Unión Soviética "está dispuesta a examinar las propuestas hechas ese sentido por el presidente Ronald Reagan.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Con ocasión de este 60º aniversario de la URSS la plaza Roja, que estuvo cerrada a los peatones, hizo más que nunca honor a su nombre. Las banderas rojas de las 15 repúblicas federadas ondeaban frente al Kremlin, cuyos muros estaban recubiertos de diversos emblemas soviéticos.

La circulación de vehículos estaba prohibida en todo el centro le la ciudad y todos los edificios oficiales cubiertos de banderas rojas. La principal arteria de la ciudad, la calle Gorki, que conduce directamente al Kremlin, estaba adornada con un cartel en el que figuraban las fechas 1922-1982. Los únicos retratos visibles en la ciudad eran los de Marx, Engels y Lenin. No había ni una sola imagen de los actuales dirigentes ni del recientemente fallecido Leónidas Breznev.

Tono firme

Yuri Andropov tomó la palabra después de Konstantin Tchernenko, miembro del Politburó y secretario del Comité Central del PCUS. Andropov utilizó un tono de gran firmeza en toda su intervención. "La URSS está dispuesta a ir muy lejos", dijo, refiriendose a la necesidad de detener "la nueva amenaza" que se cierne sobre Europa, tal como calificó a los misiles Pershing y Cruise que Estados Unidos quiere instalar en el continente.

Andropov elevó el tono de su discurso para afirmar que "la paz en Europa puede ser salvaguardada y reforzada sin perjudicar a la seguridad de nadie". Dio por definitivamente rechazada la llamada opción cero, defendida por Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos, consistente en el desmantelamiento de los misiles SS-4, SS-5 y SS-20 soviéticos a cambio de no desplegar en Europa Occidental los nuevos misiles norteamericanos.

El discurso del líder de la URSS, fuertemente aplaudido al final, duró una hora, breve en comparación con lo que es habitual en ocasiones similares. La intervención de Breznev en el cincuentenario de la URSS fue de tres horas.

Las últimas palabras de Andropov, entre la esperanza y la adverténcia, fueron: "Invitamos a nuestros interlocutores a aceptar este acuerdo claro y equitativo, a considerar esta posibilidad mientras existe. Pero que nadie abuse: jamás permitiremos que se ponga en peligro ni nuestra seguridad ni la de nuestros aliados"

Archivado En