Crítica:TEATRO

La vanguardia cumple cien años

Hacia 1885, el estudiante Alfred Jarry -doce años- comenzó a escribir unas posibles obras de teatro; y comenzó también a recoger ciertas ideas, burlas, farsas de sus compañeros de estudios, que más tarde se centrarían en un desgraciado profesor de Matemáticas y de Física, que ha pasado a la historia por su solemne estupidez; de entre sus apodos se formó uno, el Pere Ubu, y una obra de teatro de Jarry, Ubu rey -estrenada en 1896, a los veintitrés años de edad de su autor-, que fue un escándalo literario, una "segunda batalla de Hernani", según la frase acufíada, y que se suele ten...

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Hacia 1885, el estudiante Alfred Jarry -doce años- comenzó a escribir unas posibles obras de teatro; y comenzó también a recoger ciertas ideas, burlas, farsas de sus compañeros de estudios, que más tarde se centrarían en un desgraciado profesor de Matemáticas y de Física, que ha pasado a la historia por su solemne estupidez; de entre sus apodos se formó uno, el Pere Ubu, y una obra de teatro de Jarry, Ubu rey -estrenada en 1896, a los veintitrés años de edad de su autor-, que fue un escándalo literario, una "segunda batalla de Hernani", según la frase acufíada, y que se suele tener por la iniciación de una nueva vanguardia en el teatro. El personaje Ubu venía a representar "todo lo grotesco que hay en el mundo". Era un principio de rebelión juvenil, adolescente, contra el mundo tonto de los adultos; una denuncia contra las ideas dominantes no contrastadas, contra la burguesía, el tópico, el conformismo.Francisco Nieva ha hecho una versión propia de Ubu, con todas las libertades y todos los recursos de su lenguaje, con aprovechamientos de las otras obras del ciclo. Ha estrenado esa versión un Teatro Popular de Muñecos y Máscaras, de Madrid, tras del cual hay dos antiguos conocidos -bien conocidos- de un teatro juglaresco: Carmen Heymann y Servando Carballar. Más que las viejas situaciones, ya fatigadas, de Ubu al asalto del trono de Polonia, de su tiranía, su huida y su derrota está este verbo saltón, fresco, castizo de Francisco Nieva, trasunto al mismo tiempo del de Jarry y creación propia. Están los brillantes figurines -los muñecotes, los fantoches, las máscaras- inventados por Carmen y Servando, siguiendo en muchos casos los dibujos mismos de Jarry. La representación tiene más ideas que medios, está más infantilizada que significativa, más gritada que matizada; pero, con todo ello, y con la música del grupo Los Iniciados, consigue risas, carcajadas y contento del público juvenil, al que sigue pareciendo el colmo de lo moderno aquello que tiene ya cien años. Por algo será. Se puede recomendar francamente el libro Todo Ubu (Libro Amigo, Bruguera, 1981), traducido, prologado y anotado por José Benito Alique, donde esté todo el ciclo y los comentarios originales, con toda su riqueza.

Ubu Rey, de Alfred Jarry

Versión de Francisco Nieva. Interpretación del Teatro Popular de Muñecos y Máscaras de Madrid, con Servando Carballar, Carmen Heymann, Vandi Carballar, Alberto Flórez Estrada, Marta Cervera, Manuel Fulo, José Luis F. Abel, Juan Flórez Estrada. Vestuario: Carmen Heymann. Máscaras: Servando Carballar. Instrumentación: Los Iniciados. Dirección: Carballar-Heymann. Estreno, sala Olimpia. Muestra de teatro de compañías estables e independientes del Centro Dramático Nacional. Madrid. 25 de noviembre de 1982

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