España y el Pacto Andino

El presidente del Gobierno, señor Calvo Sotelo, empieza un viaje oficial a tres países andinos: Ecuador, Colombia y Perú, en un intento de relanzar la política latinoamericana de España, afectada por el conflicto de las Malvinas. Ayer se anunciaba, por otra parte, que el ministro de Asuntos Exteriores, señor Pérez Llorca, visitará el próximo mes de septiembre la República Argentina.Ecuador, Colombia y Perú son tres países que forman parte del Pacto Andino, organización político-económica a la que España pertenece en concepto de observador, caso único en un país extracontinental. Los tres paíse...

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El presidente del Gobierno, señor Calvo Sotelo, empieza un viaje oficial a tres países andinos: Ecuador, Colombia y Perú, en un intento de relanzar la política latinoamericana de España, afectada por el conflicto de las Malvinas. Ayer se anunciaba, por otra parte, que el ministro de Asuntos Exteriores, señor Pérez Llorca, visitará el próximo mes de septiembre la República Argentina.Ecuador, Colombia y Perú son tres países que forman parte del Pacto Andino, organización político-económica a la que España pertenece en concepto de observador, caso único en un país extracontinental. Los tres países gozan de un régimen democrático y parlamentario estable. Y los tres mantienen con nuestro país relaciones políticas cordiales y económicas beneficiosas, aunque la balanza de pagos sea ventajosa para España. No se trata, pues, de un viaje comprometido, ni siquiera difícil, aunque las consecuencias del mismo puedan tener gran importancia. (...)

Ningún país del Viejo Continente parece encontrarse en mejores condiciones que España para servir de puente, relais o contacto entre las naciones atlánticas y europeas que en un momento dado hicieron causa común con el Reino Unido y las naciones latinoamericanas que apoyaron sin ambages la causa argentina.

Pero tal mediación no podrá realizarse si previamente nuestra diplomacia no ha trazado un plan completo en el que se incluyan todos los aspectos, incluso aquellos menos decisivos, de nuestras relaciones con los países hermanos de la América hispana. La impresión que comentaristas y observadores tenían en los últimos tiempos era que las prioridades atlánticas y europeas de la política española habían privado sobre nuestra proyeccíón latinoamericana. Precisamente porque ambas dimensiones no resultan en modo alguno.contradictorias, parece haber llegado el momento de demostrar con hechos lo que en varias ocasiones se ha querido hacer con palabras. Por eso el viáje del señor Calvo Sotelo a los tres países andinos tiene importancia, y por eso también cabe esperar del mismo una revigorización de nuestra presencia diplomática, política y económica en aquella zona.

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4 de agosto

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