La derrota militar argentina hace crecer la esperanza de la restauración del poder civil

La Junta Militar argentina inició ayer una nueva e imprevisible etapa con la destitución del general Leopoldo Galtieri, aunque la mayoría de los analistas consideran que desembocará en la restauración, a no muy largo plazo, del poder civil. La caída del presidente Galtieri -a quien, interinamente, sustituirá el general Alfredo Saint Jean, actual ministro del Interior- ha provocado un alud de declaraciones políticas, que coinciden en hacer llamamientos para la inmediata democratización del país. Tras seis años de férrea censura y de suspensión de actividades, los partidos políticos han vuelto a...

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La Junta Militar argentina inició ayer una nueva e imprevisible etapa con la destitución del general Leopoldo Galtieri, aunque la mayoría de los analistas consideran que desembocará en la restauración, a no muy largo plazo, del poder civil. La caída del presidente Galtieri -a quien, interinamente, sustituirá el general Alfredo Saint Jean, actual ministro del Interior- ha provocado un alud de declaraciones políticas, que coinciden en hacer llamamientos para la inmediata democratización del país. Tras seis años de férrea censura y de suspensión de actividades, los partidos políticos han vuelto a salir a la superficie y el líder del Partido Federal, Francisco Manrique, ha llegado a pedir públicamente que Galtieri comparezca ante un consejo de guerra y ante un tribunal de honor para que juzguen su conducta en la crisis de las Malvinas.El destino de los 10.660 prisioneros de guerra argentinos sigue estando pendiente de la negociación de un cese definitivo de hostilidades entre Argentina y el Reino Unido, aunque un primer contingente de ellos llegó ayer a Puerto Santa Cruz, a 2.600 kilómetros de Buenos Aires.

La negociación, sin embargo, no se vislumbra fácil. Una nota entregada ayer al Consejo de Seguridad de la ONU reiteraba la reclamación de Buenos Aires sobre la soberanía del archipiélago y subrayaba que el cese total de hostilidades en el Atlántico sur debe pasar por la retirada de las "fuerzas de ocupación británicas".

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