"La filosofía juega un papel esclarecedor en el proceso científico", según el catedrático Carlos París

Continúan en Oviedo los debates sobre teoría y metodología de las ciencias

Carlos París, catedrático de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid, afirmó, en el I Congreso de Teoría y Metodología de la Ciencia que se celebra en Oviedo, que la filosofía juega un papel esclarecedor fundamental en el proceso científico, en cuya compleja realidad se entrecruzan e interaccionan elementos tecnológicos, sociales, económicos e ideológicos.

París expuso su ponencia titulada Posición de la Ciencia en el complejo cultural con una extensa referencia al replanteamiento general de la filosofía de la Ciencia surgido en' la década de los sesenta como consecuenc...

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Carlos París, catedrático de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid, afirmó, en el I Congreso de Teoría y Metodología de la Ciencia que se celebra en Oviedo, que la filosofía juega un papel esclarecedor fundamental en el proceso científico, en cuya compleja realidad se entrecruzan e interaccionan elementos tecnológicos, sociales, económicos e ideológicos.

París expuso su ponencia titulada Posición de la Ciencia en el complejo cultural con una extensa referencia al replanteamiento general de la filosofía de la Ciencia surgido en' la década de los sesenta como consecuencia de una especie de agotamiento de las tres teorías en boga: positivismo lógico, popperismo y epistemología genética. En su opinión, la crisis de estos trabajos es de componente ideológico y se basa en el encuentro del hombre con la inseguridad. París sostiene que sólo se puede llegar a una reflexión de la Ciencia situándola en el fenómeno global de la cultura, en la medida de que el hombre es un animal cultural. Dentro de la necesidad de encontrar un modelo de cultura para situar la ciencia dentro de él, se refirió al materialismo histórico, aunque sometido a crítica.El catedrático de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid aludió a la revolución informática del siglo XX, la cual plantea un gran problema intelectual al convertir la Ciencia en fuerza directa de la producción con el riesgo de quedar supeditada a los centros de poder. En consecuencia, París, sostiene que debe existir una profunda interacción entre la Ciencia y la filosofía, porque detrás de la Ciencia, y por encima de ella, existe una concepción de la realidad.

Gustavo Bueno, catedrático de Filosofia de la Universidad de Oviedo, desarrolló su teoría del cierre categorial con la que pretende abrir un camino equidistante entre el empirismo neopositivista y el constructuvismo historicista. Bueno, que dedicó su ponencia a la aplicación del cierre a las ciencias fisico-químicas advirtió que el tema que iba a exponer no es posible de agotar en una ponencia, porque ésta resultaría inacabable. Hizo una exposición global con aportación de ejemplos; ofreció una tesis sistemática de la teoría de las ciencia! y contrapuso el cierre categorial, otras teorías. "Se trata", dijo "de una ponencia polémica, frente a la falta de rigor de otras teorías, especialmente las formalistas".

Con ejemplos tomados de la ciencia clásica, Bueno trató de demostrar la capacidad de respuesta de la teoría del cierre categorial a los problemas teóricos que plantean las ciencias contemporáneas frente a la impotencía de las teorías formalistas (popperianas) que, en su opinión, no dan razón de todas las dimensiones del hecho científico.

El cierre categorial es una teoría de las ciencias de tipo constructivista que pretende explicar, desde el hecho científico, los componentes formalistas, históricos, experimentales, etcétera, objetivo que no consiguen las demás teorías alternativas.

Estructuración y desorden

Manuel García Velarde, catedrático de Mecánica Estadística de la Universidad Nacional a Distancia, defendió la ponencia Estructuración y cooperatividad a partir del desorden, en la que Ilustró, con algunos ejemplos, cómo a partir de un sistema desordenado, es decir uniforme, es posible generar ordenamiento, estructuración tanto arquitectónica como funcional, lo que da origen a nuevas fases de la materia (inerte o viva) en cuanto que estructuras disipativas en sistemas (termodinámicamente) abiertos, fuertemente disipativos (muy alejados del equilibrio) y cuya evolución viene gobernada por leyes macroscópicas no lineales. García Velarde agregó que el desorden puede pues, ser punto de partida para la estructuración y la cooperatividad (o sinergismo) cuando se incluyen en la descripción de los sistemas abiertos muy alejados del equilibrio, las fructuaciones o modos que permiten desestabilizar un estado o fase desordenada iniciales.Por su parte, León Garzón, catedrático de Energía Nuclear de la Universidad de Oviedo, leyó una ponencia sobre la Evolución histórica de la metodología en el estudio de la física nuclear. En 1939, con el descubrimiento de la fisión nuclear- se inició una nueva etapa que por razones históricas -la guerra mundial- habría de presentar nuevas características derivadas de los usos pacíficos yo bélicos de la energía nuclear, lo que motivó una separación de ésta, en cierta medida, de la física nuclear. En esta etapa, la metodología predominante fue la experimenta], pues se trataba no del cómo saber sino del know how (saber hacer'). La investigación y el desarrollo en esta rama de la física nuelear no se realizó en los laboratorios universitarios, sino en los centros vigilados de grandes dimensiones y enormes presupuestos.

Garzón subrayó en su conferencia la aparición en 1952 de un gran salto, seguido de la carrera de las maquinas aceleradoras de partículas, ante la necesidad de producir artificialmente ciertas partículas encontradas en los rayos cósmicos. Entre tanto, se elaboraron diversos modelos nucleares que permiten describir ciertas características del núcleo. Desde 1952, concluyó Garzón, la física nuclear se ha erigido en una de las ciencias grandes, lo que confiere a este último tramo de su desarrollo unas características novedosas, derivadas del gigantismo, por un lado, y de los problemas teóricos y filosóficos planteados, por otro.

El I Congreso de Teoría y Metodología de las Ciencias, que se clausura el próximo viernes por la tarde, está organizado por la Sociedad Asturiana de Filosofía, con la colaboración de la Fundación Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo. El objetivo del congreso es propiciar encuentros interdisciplinares sobre cuestiones metodológicas y fomentar los estudios e investigaciones sobre filosofía de la ciencia. El intercambio de planteamientos e información se realiza entre especialistas y estudiosos de las ciencias.

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