Un solo grupo español participa en el festival cervantino de Guanajuato (México)

Más de cuatrocientos millones de pesetas cuesta el montaje del IX Festival Cervantino, que durante las próximas tres semanas va a convertir a Guanajuato -a 390 kilómetros de México- en centro internacional del teatro, la danza y la música. La participación española se ha visto limitada en esta edición al grupo teatral La Cuadra, de Sevilla.

El presidente José López Portillo inauguró el certamen en medio de un boato social que se mantendrá a lo largo de todo el certamen y que contribuye a elevar los costes hasta unos niveles considerados exorbitantes por los hombres de la cultura mexican...

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Más de cuatrocientos millones de pesetas cuesta el montaje del IX Festival Cervantino, que durante las próximas tres semanas va a convertir a Guanajuato -a 390 kilómetros de México- en centro internacional del teatro, la danza y la música. La participación española se ha visto limitada en esta edición al grupo teatral La Cuadra, de Sevilla.

El presidente José López Portillo inauguró el certamen en medio de un boato social que se mantendrá a lo largo de todo el certamen y que contribuye a elevar los costes hasta unos niveles considerados exorbitantes por los hombres de la cultura mexicana, que durante el resto del año se ven forzados a trabajar con medios mucho más limitados.Al margen de festejos, cenas, cócteles y copichuelas, el teatro Juárez, de Guanajuato, espléndida muestra de una arquitectura neoclásica tardía, verá desfilar a orquestas como la Filarmónica de Nueva York, el Mozarteum de Salzburgo o la Filarmónica de Viena. Gilbert Becaud y Joan Báez pondrán la nota popular con su música fácil y aceptada por todos, sin huecos para ninguna estridencia, que pudiera alterar la calma biempensante del festival.

En el capítulo rigurosamente teatral, en el que existe un premio casi insólito de seis millones de pesetas para creaciones de autores mexicanos, estarán grupos tan distantes como la Comedie Française, el teatro japonés Samkai Juku, el Lindsay Kemp, los sevillanos de La Cuadra y el teatro cubano Escambray.

El mayor exotismo corresponde, sin duda, al apartado de danza, en el que formaciones orientales, como la de Bali, alternarán con compañías rigurosamente académicas -Stuttgart o Budapest- y con grupos de planteamientos más renovadores, como los de Marta Graham o el mexicano ballet Teatro Espacio.

Todo un muestrario en el que algunos echan de menos un propósito cultural definido, que vaya más allá de la simple galería de figuras; reunidas para mayor realce de las clases adineradas del país. Miles de artistas desfilarán durante tres semanas por la ciu dad de Guanajuato, a la que los mexicanos; consideran, con orgullo, como una hermana menor de Toledo por sus palacios de piedra, construidos al amparo de unas minas de oro y plata que no se han agotado desde la época de la conquista.

Para acallar las críticas que se hacen al festival por su presunto carácter elitista, su dirección busca un efecto multiplicador, llevando a los grupos más importantes a otras ciudades de la República. Con todo, las actuaciones de Guanajuato suman 169, por sólo 144 en el resto de la República.

Capítulo importante de este acontecimiento social y cultural es su organización logística, que este año tia obligado a habilitar un ferrohotel que complemente la infraestructura hotelera de la ciudad.

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