Baeza solicitará la cabeza de bronce de Machado

Los concejales socialistas del Ayuntamiento de Baeza (Jaén) solicitarán, en el próximo pleno, para su ciudad, la cabeza de bronce del poeta Antonio Machado, que esculpió hace dieciséis años Pablo Serrano, con destino a un monumento que se proyectó levantar en dicha localidad jiennense y que se encuentra en la actualidad depositada en la casa del fiscal Jesús Vicente Chamorro, en Madrid.Si la propuesta de los concejales socialistas progresa, la histórica cabeza de Machado, cuyas vicisitudes y existencia semiclandestina se relatan en un reportaje publicado recientemente en este periódico (véase ...

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Los concejales socialistas del Ayuntamiento de Baeza (Jaén) solicitarán, en el próximo pleno, para su ciudad, la cabeza de bronce del poeta Antonio Machado, que esculpió hace dieciséis años Pablo Serrano, con destino a un monumento que se proyectó levantar en dicha localidad jiennense y que se encuentra en la actualidad depositada en la casa del fiscal Jesús Vicente Chamorro, en Madrid.Si la propuesta de los concejales socialistas progresa, la histórica cabeza de Machado, cuyas vicisitudes y existencia semiclandestina se relatan en un reportaje publicado recientemente en este periódico (véase EL PAIS de 12 de abril de 1981), saldrá por fin a la luz para ocupar el lugar donde iba a ser instalada, el 20 de febrero de 1966, fecha del frustrado homenaje, Paseos con Antonio Machado, prohibido por el anterior régimen.

El busto de Machado, realizado en bronce por Pablo Serrano, con noventa kilos de peso y ochenta centímetros de altura, se pensaba ubicar en un entorno diseñado por el arquitecto Fernando Ramón, junto las murallas viejas de Baeza y frente a los campos de olivos. Por este paraje el poeta solía pasear.

Prohibiciones y clandestinidad

Con ocasión del homenaje de febrero de 1966, la cabeza viajó por primera vez a Baeza, cuidadosamente embalada en un dos caballos que conducía Fernando Ramón. De regreso a Madrid, tras la frustrada celebración, pasó unos años escondida en el estudio de éste y después, desde 1970 a 1971, presidió la librería madrileña Antonio Machado. «Por último, la cabeza dejó la librería», explica el fiscal Jesús Vicente Chamorro, «y, según acta notarial, quedó depositada en mi casa hasta que se encuentre un lugar digno para su ubicación definitiva. Nosotros la cuidamos con mucho amor. Pero estará ahí como símbolo de que la cabeza de Machado aún no tiene sitio en este país».

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