Tribuna:"SPLEEN" DE MADRID

OTAN

La democracia española se torció un tobillo en la noche electoral del Castellana, cuando el hotel madrilefío era una fiesta/Reagan y uno les decía a los entrevistadores que bueno, que estaban las instituciones, que no era para tanto, que la política de western sería corregida por la política simplemente.Mentiras piadosas que yo me decía a mí mismo. Ni OTAN ni no OTAN. Ni Varsovia ni no Varsovia. Todo depende del hombre que esté detrás. Sin cambiar la lápida ética que hay a los pies de Lincoln, Nixon ha hecho una política, Kennedy otra, Eisenhower otra ...

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La democracia española se torció un tobillo en la noche electoral del Castellana, cuando el hotel madrilefío era una fiesta/Reagan y uno les decía a los entrevistadores que bueno, que estaban las instituciones, que no era para tanto, que la política de western sería corregida por la política simplemente.Mentiras piadosas que yo me decía a mí mismo. Ni OTAN ni no OTAN. Ni Varsovia ni no Varsovia. Todo depende del hombre que esté detrás. Sin cambiar la lápida ética que hay a los pies de Lincoln, Nixon ha hecho una política, Kennedy otra, Eisenhower otra y aquel Ford tan nombrado, ninguna. Los patrulleros universales y galácticos de la democraciá guardan silencio y sombra la noche 23/F, esperando que gane el mejor, como los obispos. Finalmente se pronuncian por el que ha ganado. El vaquero especialista en caerse del caballo ha encontrado su espada atlántica en un almirante -Haig- lleno de esparavanes. Lo que no quieren USA/URSS es una Europa fuerte, una tercera potencia mundial, una península euroasiática de cultura y libertad. Es cuando Rebecca J. Mouser, miles de Rebeccas americanas, escriben a este periódico y a otros, desde su primavera romana o madrileña, para llorar como mujeres un prestigio democrático que Reagan/Haig no han sabido defender como hombres. Tejero, si las camionetas de «La Sepulvedana» hubiesen corrido un poco más, a lo mejor estaba ahora, digo yo, no sé, desayunándose en acción de gracias en Washington, como los Viola/Videla de la bizarra democracía argentinoché. Con unos aliados así le va quedando a uno poco fervor atlantista.

Me parece, por eso, un poco ociosa la valiente campaña Carrillo/Felipe en contra de la OTAN. Alistarse a la OTAN de Haig es alistarse a una tormenta, y don Leopoldo Calvo-Sotelo, tan atlantista, debiera meditar sobre lo ausentes que estuvieron, en las bodas de sangre de la investidura, sus padrinos americanos.

Ni el terrorismo de ETA ni el golpismo del XIX han recibido mayor condena de Haig y sus pa trullas. ¿Qué rayos de democracia patrullan estos patrulleros por el Atlántico Norte? A lo mejor buscan alijos de tabaco rubio. La OTAN según quien la lleva, como todo, y Haig la lleva a la guerra. Había un liberalismo, tipo Antonio Garrigues, que nos hacía esperar democracia, paz y fair-play del paternalismo yanqui. Reagan y su Ulises de la otra costa de Europa les han desautorizado para siempre. Alguien ha sacado el Colt 45 contra Fidel Castro, mientras otro alguien recibe al golpista Viola en la Casa Blanca. Por ahí va el rollo. Un directivo de Iberduero (Lemóniz, nuclearización indiscriminada, centrales en España sin consulta al pueblo), reprende estos días al director de un periódico vasco (que sin duda controla más que el propio director) por haber publicado una crítica favorable a un libro mío, siendo yo corno soy un pornógrafo resentido, un rencoroso lúbrico y un blasfemo irreverente. Lo pornográfico me parece a mí que es la contaminación (eso sí que crea resentimiento), lo lúbrico me parece el monopolio /oligopolio en cualquiera de sus formas (eso sí que genera rencor), lo blasfemo. es violentar la sagrada voluntad del pueblo, no consultar con ella ni con sus representantes políticos, democráticos, constitucionales. Nu ca he leído nada más pornográfico que un recibo de la luz. No hay que dejarlo al alcance de los niños. No se entiende, pero desmoraliza.

Y dos recibos de la luz juntos son ya pornográficos como las tetas de Susana Estrada. Terrorismo/golpismo, los títeres de cachiporra que quieren hacer de España una democracia/ títere, no inquietan mayormente al amigo americano. Vistos desde el Empire State, turcos y españoles debemos resultar muy parecidos, todos tan morenos y raciales. Ni OTAN ni no OTAN. Todo depende de quién. El quién es Haig, que tiene la espada en alto. Su espada es el mar Atlántico.

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