Pujol destaca la colaboración prestada por el Estado para celebrar las jornadas culturales catalanas en París

El presidente de la Generalidad habla de la "significación europea" de los actos

El carácter cultural que tienen las jornadas Cataluña, hoy, que desde anteayer se celebran en París, no ha impedido que el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, que ha presidido los actos inaugurales junto al ministro de Cultura del Gobierno español, Iñigo Cavero, haga una consideración política de esta presencia catalana en una de las principales capitales europeas. Antes de visitar la galería Drouant, una de las más antiguas de París, para contemplar una exposición de pintura de paisanos suyos, Pujol habló de la significación política y cultural de estos actos, en los que el Estado espa...

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El carácter cultural que tienen las jornadas Cataluña, hoy, que desde anteayer se celebran en París, no ha impedido que el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, que ha presidido los actos inaugurales junto al ministro de Cultura del Gobierno español, Iñigo Cavero, haga una consideración política de esta presencia catalana en una de las principales capitales europeas. Antes de visitar la galería Drouant, una de las más antiguas de París, para contemplar una exposición de pintura de paisanos suyos, Pujol habló de la significación política y cultural de estos actos, en los que el Estado español y un Gobierno autónomo han colaborado sin que Madrid haya puesto impedimentos al desarrollo de estas jornadas.

Cataluña «es una parte de España que ha contribuido Y contribuirá a la estabilidad de todo el Estado español», subrayó varias veces, ayer, el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, al anotar ante la Prensa internacional la «significación europea» de la quincena catalana que se inauguró anteayer en París. Con la exposición Catalunya, avui (Cataluña, hoy), en la Unesco, Cataluña ofrece en el exterior una imagen «de núcleo de desarrollo europeo y no tercermundista», según observación de otro responsable de la Generalidad. El impacto de los actos múltiples previstos, a juzgar por la amplitud y la competencia, debieran favorecer la incursión de España en el clima comunitario.«Nuestra presencia en Europa es natural y obligada», afirmó Pujol ante periodistas españoles y extranjeros, «porque Cataluña es el único ente autonómico español que está ligado a Europa desde su nacimiento». Inmediatamente empalmó con la problemática comunitaria para subrayar que el destino de Cataluña, como el de España, no puede ser más que europeo. Pero Pujol, respecto a Madrid, no analiza en términos totalmente idénticos los problemas que plantea la entrada de España en la CEE. Mientras en la capital española se tiende a exportar las responsabilidades (hacia la Comunidad o hacia Francia, en particular), el presidente de la Generalidad estima: «Existen problemas específicamente españoles, importantes, y existen problemas intracomunitarios. Y, por fin, existen los problemas legítimos de cada miembro de la Comunidad, que intenta defender sus intereses, como nosotros defendemos los nuestros».

Refiriéndose a la situación actual española y a los procesos autonómicos, Pujol anotó dos cosas esencialmente: «Si existen problemas graves en España, que nadie busque como chivo expiatorio a Cataluña. Los intereses generales de España son nuestros intereses. O nos hundimos todos o nos salvamos todos».

Pujol, anoche, en compañía del ministro de Cultura, Iñigo Cavero, concluyó su estancia en París visitando algunas instituciones catalanas y, al final, la Casa de España, centro cultural al servicio de la colonia inmigrante del Estado español. La presencia de Cavero simboliza la armonía Barcelona- Madrid, que, según aseguró Pujol, ha presidido la organización de esta manifestación. También se refirió a los problemas que surgieron entre la Generalidad y el Gobierno, «pero se resolvieron fácilmente y lo importante es que, por primera vez, un Gobierno autónomo hace su presentación en el exterior en trabas de Madrid. Y, sobre esto, que no haya dudas». El que la Unesco, centro de las manifestaciones, acoja a los Estados que representan, y no a regiones o Gobiernos autónomos, ha mermado la presencia de la bandera catalana y ha dado más protagonismo al nombre de España. Los organizadores también han tenido que suprimir ciertas frases de la presentación de algunas de las manifestaciones, alusivas a la dictadura o a los militares rebeldes. Esas frases aludían á la época del franquismo.

Hasta el día 5 de abril, en que se clausurará Cataluña, hoy, todo hace prever el mayor éxito en Europa de una región española. Los catalanes han echado realmente la casa por la ventana para demostrar que «Cataluña es, ya, Europa». Conferencias y debates económicos, sobre arquitectura, turismo, arte, gastronomía, ciencia, fiestas populares en las calles de París, conciertos, representaciones cinematográficas y teatrales, degustaciones gastronómicas. Y, todo ello, con una cartelera catalana, pero de nivel multinacional: el arquitecto Ricardo Ooffil, la coqueluche, al mismo tiempo, del socialista Mitterrand, del presidente Giscard D'Estaing y del gaullista y alcalde de París, Chirac. Y el actor José María Flotats, primer actor de la Comédie Francaise, y Lluis Llach, Montserrat Caballé, Montserrat Torrens, María del Mar Bonet, Lluis Clavet...

Los festejos económicos, culturales, científicos, populares, con el tacto europeo, en general, y francés, en particular, que es oportuno, serán amenizados por una exhibición de gastronomía.

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