FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIAN

Triunfo de Wajda y fría acogida a la película de Kubrick

La película polaca El director de orquesta (Dirigent), del director Andrzej Wajda, ha obtenido el premio de la crítica internacional, que conceden este año todos los periodistas acreditados en el Festival de San Sebastián. Esta película obtuvo 33 votos, frente a 20 que consiguió Mi tío de América, de Alain Resnais, que ha quedado en segundo lugar. En tercero y cuarto puesto se clasificaron El resplandor, de Stanley Kubrick -que fue recibida con frialdad-, y El hombre de moda, primera película del director español Fernando Méndez Leite. En la sección de nuevos realizadores, cuyo jurado estaba i...

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La película polaca El director de orquesta (Dirigent), del director Andrzej Wajda, ha obtenido el premio de la crítica internacional, que conceden este año todos los periodistas acreditados en el Festival de San Sebastián. Esta película obtuvo 33 votos, frente a 20 que consiguió Mi tío de América, de Alain Resnais, que ha quedado en segundo lugar. En tercero y cuarto puesto se clasificaron El resplandor, de Stanley Kubrick -que fue recibida con frialdad-, y El hombre de moda, primera película del director español Fernando Méndez Leite. En la sección de nuevos realizadores, cuyo jurado estaba integrado por cinco especialistas, ganó la película turca Hazal, dirigida por Alí Ozgentürk. El premio está dotado con 10.000 dólares (unas 700.000 pesetas).

The shining (El resplandor), de Stanley Kubrick, clausuró, en la noche de ayer, la 28ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, sin duda una de las ediciones en la que la calidad media de su sección of icial tuvo una dignidad infrecuente en estos certámenes, si bien se debe, en buena medida, a la posibilidad de exhibir películas ya proyectadas en otros festivales internacionales. San Sebastián, al perder su cualificación de festival «A», mejoró su nivel selectivo.La película de Kubrick ha sido recibida con una gran frialdad en la abarrotada sesión de la Prensa, realizada a las nueve de la mañana; unos más que discretos y escasos aplausos acompañaron el final de una de las películas más esperadas por los cinéfilos y el gran público para la temporada de este año. La copia exhibida en San Sebastián dura una hora y 55 minutos, es decir, es la nueva versión del filme, que inicialmente duraba veinte o veinticinco minutos más. Al parecer, la razón del corte se debe a su carrera comercial en Estados Unidos, en donde empezó con una gran fuerza para desinflarse a las dos semanas. Quizá el término que defina mejor la sensación del filme sea precisamente el de «desinfle» y no tanto por la película, propiamente dicha -que naturalmente es sólida y, en ocasiones, brillante- como por las expectativas que se habían creado en torno a ella.

No aterroriza

Lanzada publicitariamente como el no va más del terror, lo cierto es que no aterroriza. Naturalmente sería una estupidez calificarla de mala película, pero lo que parece evidente es que existe una gran desproporción entre los medios económicos y técnicos y los resultados finales. El fanatismo de Kubrick por la perfección es de sobra conocido: tuvo alquilados los estudios londinenses durante un año. El rodaje duró más que el de Apocalipse now, se hizo irepetir 87 veces un plano del trío protagonista -Jack Nicholson, Shelley Duval y el niño D. Lloyd- en el que no había diálogos y todo lo que se quiera contar; sin embargo. The shining, a nuestro juicio no consigue alcanzar ninguna cota esplendorosa en el género en el que se autocalifica o incluye -el del terror-, género por lo demás difícil e inesperado.Películas como La noche de los muertos vivientes o incluso el Viernes 13, actualmente en cartel. consiguen con más intensidad que el espectador descargue adrenalina que este «resplandor» de Kubrick. Naturalmente no se pueden comparar desde el punto de vista de la puesta en escena, pero en el terror lo único que cuenta es el miedo que provoca en el espectador la historia narrada.

Atlantic City, de Louís Malle, premiada en Venecia ex aequo con Gloria, de Casavettes, es probablemente una de las películas más bellas proyectadas en este Festival de San Sebastián; producida por una empresa canadiense, con guión de John Guare y una estupenda interpretación de Burt Lancaster y Susan Sarandon (única actriz internacional presente en el festival), demuestra una vez más que su director Louls Malle es ya una de las vacas sagradas .del cine mundial, y ésta, su última película, una de las más coherentes de las que ha realizado.

Si en el caso de Casavettes la referencia literaria podría ser Chester Himes, en el caso de Louis Malle sería una mezcla del Scott Fitgerald de Babilonia revisitada, Salinger y Charles Bukowski mezcla que puede parecer excesiva, pero que, sin embargo, es tan admisible como cualquier otra, al menos para quien suscribe el comentario. Finalicemos la crónica destacando, además de las películas mencionadas, el Fobia, de Huston; Mi tío de América, de Resnais; El director de orquesta, de Wajda; Desconfianza, del húngaro Stzavo, y Fama, de Parker.

Por lo que respecta al cine nacional, el Festival de San Sebastián ha permitido comprobar el buen hacer de Jaime de Armiñán con El nido, ratificar la calidad de Arrebato, de Iván Zulueta, y descubridor de nuevos realizadores, Fernando Méndez Leite y Pedro Almodóvar, autor de Pepi, Luci Bom y otras chicas del montón, la comedia más disparatada y wolinskyana de las realizadas en este país.

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