Las soluciones pasan por el consenso político

Para Félix Pérez Miyares, el hombre designado por UCD para recomponer el partido del Gobierno en Andalucía y cicatrizar las heridas producidas en el mismo con motivo del referéndum del 28 de febrero y la salida de Clavero, la situación actual de Andalucía «es una realidad sociológica compleja», caracterizada por la desconfianza y la desesperanza. Una realidad que nace, por una parte, de la negativa del pueblo andaluz a seguir siendo la despensa de productos básicos y peonaje de la economía española, y por otra, por la incidencia de la crisis económica y su secuela de paro en la región.Ambos factores, conjuntamente, «han producido una tensión potencial que aflora o se crispa en lugares o momentos concretos. Yo creo que los andaluces no quieren, no queremos, aceptar que estamos en una situación límite, pero mucha gente repite esto en Andalucía y contribuye con ello a aumentar la tensión emocional. Los dirigentes políticos tenemos la responsabilidad y la grave obligación de proponer soluciones, de gestionarlas y de hacerlas efectivas, para evitar que esa situación potencial se concrete en hechos».

Respecto al PUA, el recién nombrado ministro de Trabajo recordó que «UCD de Andalucía hace tiempo que viene proponiendo al Gobierno actuaciones coordinadas, no sólo coyunturales, para atajar los problemas de Andalucía». Por ello, cuando en la Junta de Andalucía se pensó en elaborar un plan conjunto de actuaciones del Gobierno y de estímulo a la iniciativa privada para Andalucía, UCD se sumó al mismo de forma decidida. Aunque ya entonces advirtieron, según Pérez Miyares, que el proyecto tenía el riesgo de que los partidos intentaran utilizar el PUA para hacer una propuesta de contenido ideológico, «como así ocurrió en el primer borrador».

La nueva redacción, UCD la considera muy positiva, y acepta globalmente su contenido de medidas y propuestas, «aunque no lo hará respecto de algunas cuestiones que siguen ofreciendo un contenido más partidista o de valoración política, que son absolutamente ajenas al plan y perniciosas para su eficacia».

«Yo he sido un entusiasta defensor de la idea del plan», afirma el ministro, «y sigo siendo un entusiasta defensor de su puesta en marcha y ejecución. Haré cuanto esté en mi mano para que se cumpla en cuanto a nuestro trabajo propio y en cuanto a las sugerencias de actuación del Gobierno dentro de las posibilidades del presupuesto general, de forma coadyuvada con la estimulación de la iniciativa privada y de la inversión privada, para colaborar en esta tarea común y para que renazca también la esperanza y la confianza entre los empresarios, los trabajadores y todos los andaluces».

Félix Pérez Miyares expresó finalmente su fe en el futuro de Andalucía («porque creo en los andaluces») y en que esta región vuelva a desempeñar el papel brillante que la ha correspondido en otros momentos de la historia de España. De cara a ese futuro hay una inexcusable obligación de la Junta de Andalucía y de todas las fuerzas políticas. «UCD trabajará con los demás si lo desean, o solos si fuera necesario, por el bien y la prosperidad de Andalucía».