Moscú afirma que ha desbloqueado las negociaciones
La «propuesta» de Leónidas Breznev sobre los misiles euroestratégicos anunciada a su regreso de Moscú por el canciller alemán Helmut Schmidt no ha sido hecha pública oficialmente en la Unión Soviética. Sólo Radio Moscú, en uno de sus comentarios, afirmó que la «concesión» de la URSS -sobre la que no dio ningún detalle- ha roto el callejón sin salida que bloqueaba todas las conversaciones.Ningún portavoz oficial ha anunciado en Moscú que el Kremlin abandonase su postura, mil veces reiterada en términos idénticos durante los seis últimos meses, consistente en negarse a la apertura de cualquier n...
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La «propuesta» de Leónidas Breznev sobre los misiles euroestratégicos anunciada a su regreso de Moscú por el canciller alemán Helmut Schmidt no ha sido hecha pública oficialmente en la Unión Soviética. Sólo Radio Moscú, en uno de sus comentarios, afirmó que la «concesión» de la URSS -sobre la que no dio ningún detalle- ha roto el callejón sin salida que bloqueaba todas las conversaciones.Ningún portavoz oficial ha anunciado en Moscú que el Kremlin abandonase su postura, mil veces reiterada en términos idénticos durante los seis últimos meses, consistente en negarse a la apertura de cualquier negociación si la OTAN no anulaba su decisión de diciembre de construir y desplegar nuevos misiles norteamericanos.
En noviembre pasado, en una conferencia de prensa en Berlín oeste, el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromyko, subrayó que el tratado SALT II -acuerdo norteamericano-soviético sobre la limitación de armas estratégicas-, cuya negociación duró casi ocho años, no estaba todavía en peligro.
Añadió, a renglón seguido, que ninguna decisión había sido tomada sobre los países que participarían en la negociación SALT III, y que sería posible ampliar las conversaciones al tema de los mis¡les euroestratégicos, aunque en un principio sólo estaba previsto que abárcase los misiles estratégicos.
Con su propuesta a Schmidt, Breznev ha rectificado la postura oficial. Queda por ver, si la negociación se inicia, en qué medida la URSS adoptará una postura conciliadora.