Crítica:XVII FESTIVAL DE LA OPERA

Triunfo de la Caballé en "María Estuardo"

El triunfo de Donizzetti vino siempre apoyado en las voces de las grandes divas, ya que por vías de un bel cantismo virtuosista, las más brillantes estrellas del canto asombraron y asombran a los públicos. Cualidades que justifican la resurección de no pocos títulos olvidados del autor de Lucía y Don Pasquale. Entre ellos, María Estuardo ocupa lugar destacado. Después de un estreno en versión enmascarada, por causa de la sempiterna censura, la ópera, convenientemente adaptada a las necesidades de la diva, fue estrenada por María Malibrán. A partir de entonces, cada vez que...

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El triunfo de Donizzetti vino siempre apoyado en las voces de las grandes divas, ya que por vías de un bel cantismo virtuosista, las más brillantes estrellas del canto asombraron y asombran a los públicos. Cualidades que justifican la resurección de no pocos títulos olvidados del autor de Lucía y Don Pasquale. Entre ellos, María Estuardo ocupa lugar destacado. Después de un estreno en versión enmascarada, por causa de la sempiterna censura, la ópera, convenientemente adaptada a las necesidades de la diva, fue estrenada por María Malibrán. A partir de entonces, cada vez que una diva de análoga categoría ha saltado a los escenarios, el regreso de María Estuardo no se ha hecho esperar.Montserrat Caballé es diva en todas las dimensiones del término. Quiero decir que no sólo domina los más arduos recursos vocales y exhibe un timbre de homogéneas y, al mismo tiempo, irisadas coloraciones; además, posee un talento musical de primer orden capaz de convencernos y conmovernos desde su perfecta expresividad, su soberana dicción, su toque emociorial, su autenticidad dramática, su poético lirismo. Toda la representación madrileña de María Estuardo ha tenido como máiximo valor y superior atractivo a Montserrat Caballé, que, aún joven, está presente en su magnifica realidad e inserta en la gran historia de la lírica. No hay que decir que el entusiasmo del público rodeó el trabajo de Caballé hasta desbordarse.

Teatro de la Zarzuela

María Estuardo, de Giuseppe Bardari y Donizzetti. Principales intérpretes: M. Caballé, L. Budai, V. Terranova, M. Mazzieri, F. Sioli. Coro titular, director: J. Perera. Escenarios: teatro de la Opera de Niza. Dirección escénica: G. Tomasi. Profesores de la Orquesta Nacional. Dirección musical: A. Gatto. 10 de junio.

El resto del reparto no ascendió de un nivel meramente digno cuando no mediocre. La mezzo Livia Budai tiene grandes y bellos medios, pero se mostró dura y, en ocasiones, destemplada: el tenor, Vittorio Terranova, quedó pequeño en medio de las dos voces femeninas. Dentro de unos límites de correcta y hasta loable profesionalida.d actuaron el barítono Franco Sioli y el bajo Mazzieri, que con nuestra Dolores Cava completaban el cast. Dirección escénica., decorados, figurines, orquesta y coro defendieron la tónica, por lo que el maestro Armando Gatto, Giuseppe Tomasi y José Perera saludaron al final de la representación.

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