Los comerciantes alimentarios se comprometen a no subir los precios estas Navidades

El Gobierno Civil, el Ayuntamiento y los ministerios de Agricultura y Comercio, a través de sus representantes, han mantenido negociaciones durante más de un mes con los diferentes gremios del sector alimentario, de cara a asegurar al consumidor que en estas dos o tres semanas de fiestas navideñas no se dispararán los precios. El acuerdo a que se llegó parece satisfacer a ambas partes: permanece la libertad de precios para los productos de primera calidad, consumidos habitualmente por un 10% de la población, y se fijan precios estables para los demás.

Según declaraciones del jefe provin...

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El Gobierno Civil, el Ayuntamiento y los ministerios de Agricultura y Comercio, a través de sus representantes, han mantenido negociaciones durante más de un mes con los diferentes gremios del sector alimentario, de cara a asegurar al consumidor que en estas dos o tres semanas de fiestas navideñas no se dispararán los precios. El acuerdo a que se llegó parece satisfacer a ambas partes: permanece la libertad de precios para los productos de primera calidad, consumidos habitualmente por un 10% de la población, y se fijan precios estables para los demás.

Según declaraciones del jefe provincial de Comercio Interior, señor Fernández Calvo, las reuniones se dirigieron a concienciar a los sectores alimentarios de que deben colaborar con la Administración, en cuanto a la estabilidad de los precios. Las negociaciones fueron bastante duras con algunos sectores, como el de pescados y carnes.En cuanto al papel de los consumidores, la Administración espera toda su colaboración para el cumplimiento de las medidas adoptadas. Cualquier persona que observe que en determinada tienda o mercado los productos se venden a precios superiores a los establecidos, debe ponerlo en conocimiento de la Jefatura Provincial de Comercio Interior o del Ayuntamiento, quienes ya han advertido que aplicarán las máximas sanciones.

La vigilancia de los consumidores se plantea como una necesidad vital, desde el momento en que Comercio Interior cuenta, en Madrid, con sólo doce parejas de inspectores, totalmente insuficientes para garantizar una inspección eficaz. A éstos hay que sumar los servicios de inspección del propio Ayuntamiento, que también se han mostrado como poco operativos a lo largo del tiempo. A este respecto, la Delegación Municipal de Abastos hizo ayer público un comunicado informando que sus servicios tienen orden de actuar con severidad.

En el caso de la Jefatura Provincial de Comercio Interior, los teléfonos a los que se puede llamar para dar cuenta de subidas de precios por encima de lo acordado son los números 276 10 29 y 276 13 32. En el caso del Ayuntamiento, son los números 221 35 28 y 232 04 49.

El pavo, pasado de moda

Las negociaciones más fáciles fueron las mantenidas con los representantes de mayoristas y detallistas del sector de pollos y huevos. Los precios que regirán desde hoy hasta los primeros días de enero son prácticamente iguales a los habituales en la última semana. Curiosamente, el precio del pavo se ha dejado en régimen de libertad, pero su incidencia en el conjunto de los consumidores será escasa.En el capítulo de frutas y hortalizas, las negociaciones discurrieron, asimismo, por cauces de entendimiento desde el principio. Se han fijado precios invariables para las mandarinas, naranjas, manzanas, plátanos, peras, piña y uvas. Estas últimas siempre han sido un producto que sufría aumentos de precio disparatados, sobre todo los días anteriores a la Nochevieja.

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En el sector del pescado, y según palabras del señor Fernández Calvo, las dificultades son mucho más graves, puesto que el abastecimiento depende de variables muy diversas.

El acuerdo en este caso, al igual que en el de las carnes, no permitió establecer precios fijos, sino que se utiliza la figura de las frecuencias. Es decir, el precio marcado es el frecuente y habitual, que permite oscilaciones al alza y a la baja no determinadas con exactitud, pero que no pueden superar límites que las propias amas de casa o clientes en general estimen como prudentes. La Administración fija las oscilaciones entre un 10% y un 25% sobre el precio habitual. Algunos productos, como la merluza o el mero, la langosta, las ostras y otros de similar calidad, adoptarán sus precios según la ley de la oferta y la demanda.

En cuanto a la carne, subdividida en vacuno, lanar y porcino, el punto de discusión fundamental se centró en el cordero. En cuanto al vacuno y porcino no hubo demasiadas pegas, aparte que cuentan con la salvaguardia de las campañas de regulación de mercados.

El pasado año también se intentó, por Navidad, fijar precios máximos para el cordero, pero lo que se consiguió fue que los productores y los intermediarios, visto que en Madrid el negocio no iba a ser todo lo rentable que esperaban desviaron la oferta a otras ciudades, lo que originó un cierto desabastecimiento. Este año permanecerá la libertad de precios en cuanto al cordero lechal de peso inferior a siete kilos. Los de peso superior tienen los mismos precios que el año pasado: 645 pesetas el kilo, en la compra de la pieza entera. Con la salvedad de que si el cordero se vende por piezas, sus precios deben compensarse para que la media total no rebase dicha cantidad.

Absolutamente en todos los casos, se entiende que el cordero debe ofertarse al público sin cabeza, asaduras y piel.

Precios medios

Estos son los precios acordados para estas navidades. En los casos de pescados y carnes, no son fijos y pueden sufrir oscilaciones entre un 10% y un 25%. Frutas, hortalizas, pollos y huevos no podrán experimentar alzas superiores a una o dos pesetas.

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