El cine español abre el Festival Internacional de Gijón

Las aventuras de Pininy sus amigos, primer largometraje del director Juan Antonio Arévalo, inaugura mañana la XVII edición del Festival Internacional de Cine de Gijón.A pesar de la aguda crisis padecida por la industria del cine, la cinematografía española concurrirá este año con una película en imagen real y otra en dibujos animados. El hecho de que este año esté dedicado internacionalmente a la infancia ha provocado una gran avalancha de títulos. Ciento quince películas, correspondientes a veintiséis países compiten en esta edición 1979.

La película española basada en un célebr...

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Las aventuras de Pininy sus amigos, primer largometraje del director Juan Antonio Arévalo, inaugura mañana la XVII edición del Festival Internacional de Cine de Gijón.A pesar de la aguda crisis padecida por la industria del cine, la cinematografía española concurrirá este año con una película en imagen real y otra en dibujos animados. El hecho de que este año esté dedicado internacionalmente a la infancia ha provocado una gran avalancha de títulos. Ciento quince películas, correspondientes a veintiséis países compiten en esta edición 1979.

La película española basada en un célebre personaje del comic asturiano, el ya mítico Pinin, supone una nueva apuesta del cine infantil. «Pretendemos con esta película sacar el cine infantil del ghetto en el que está habitualmente recluido», aclara Juan Antonio Arévalo. «Nuestra intención fue hacer una película que puedan leer también los mayores: la aventura no es privativa del niño. Pero, además, que guste al niño. Los tres mosqueteros, por ejemplo, no es literatura infantil y, sin embargo, tiene tantos lectoresjuveniles como adultos.»

Los productores de la película y sus técnicos son conscientes del riesgo: «Efectivamente, en Gijón el veredicto principal lo da un jurado compuesto por niños», prosigue Arévalo. «Para mí, el mayor incentivo de esta película fue conciliar estos dos niveles de lenguaje. He intentado, estructuralmente, componer la historia siguiendo los esquemas del cuento maravilloso, por lo que podríamos decir que la película se remite a una narrativa clásica, la del cuento oral. Y dentro de este esquema, incluir un tema actual, el ecológico, cuya problemática constituye el factor desencadenante de la acción. Esto aproxima el mundo casi irreal del cuento a la realidad más inmediata.»

Preocupan a Arévalo los problemas del cine con la infancia. «Peto no», responde, «por razones pedagógicas. Hay en mi preocupación un sentimiento nostálgico de la infancia, cuando todos nosotros íbámos al cine como adictos emperdenidos. Creo que debemos hacer del niño un espectador de cine. Pero eso no lo lograremos si no le damos películas. Dicen que nosotros somos la generación del cine. Yo, al menos, y algunos locos más estamos empeñados en que no sea así. »

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