Comics y cuentos clásicos, temas preferidos por los lectores infantiles

«A mí me gustan los libros de historia pasada en los que salen dinosaurios, monstruos y todo eso», respondía un chico de diez años que leía atentamente 20.000 leguas de viaje submarino. «¿Algún libro que me haya gustado especialmente? Pues Un capitán de quince años, Moby Dick, La vuelta al mundo en ochenta días ... »Al fin y al cabo, parece que los niños modernos son de lo más clásico. Pero, después de hacer los deberes y tragarse con inocente estoicismo los bodrios televisivos que les dedican, es lógico que se acerquen a los libros con una intención muy concreta: que les ...

«A mí me gustan los libros de historia pasada en los que salen dinosaurios, monstruos y todo eso», respondía un chico de diez años que leía atentamente 20.000 leguas de viaje submarino. «¿Algún libro que me haya gustado especialmente? Pues Un capitán de quince años, Moby Dick, La vuelta al mundo en ochenta días ... »Al fin y al cabo, parece que los niños modernos son de lo más clásico. Pero, después de hacer los deberes y tragarse con inocente estoicismo los bodrios televisivos que les dedican, es lógico que se acerquen a los libros con una intención muy concreta: que les cuenten una historia que logre apasionarles, captar su interés. Igual que los adultos, por cierto, pero con criterio más selectivo y severo al ser precisamente más espontáneo. Y los clásicos como Melville, Conrand, Julio Verne o Salgari en ese arte de narrar historias todavía no han sido superados, que se sepa.

Ciertas editoriales han realizado una buena labor en este campo. La Gaya Ciencia, en su colección Moby Dick, ha publicado desde las Fábulas de Samaniego hasta algunas obras de Jack London, Mark Twain o Josep Conrand, y otras editoriales como Bruguera o Juventud han hecho versiones ilustradas de los títulos de clásicos más famosos.

Predilección por el misterio y las aventuras

Otro tipo de lectura juvenil que goza de gran aceptación son los relatos de historias fantásticas o extraordinarias protagonizadas por grupos de niños, con los que pueden sentirse más o menos identificados. Son libros del estilo de la famosa serie de Enid Blyton con sus colegiales ingleses que devoran sustanciosas meriendas mientras resuelven la Intriga en la que se ven irremediablemente envueltos cada vez que se van de vacaciones. Las aventuras de los Siete Secretos, o la colección Alfred Hitchcock, de la editorial Molino, son algunos ejemplos.«A mí me encantan los libros de Oscar, de Ana María Matute», comentaba una niña de once años que, por cierto, estaba leyendo un cuento de Tintin. A su lado, su hermana, un poco mayor, leía Judy, de la nueva colección que Molino dedica a las muchachas de hasta dieciséis años, con más de cincuenta títulos que tratan en plan algo rosáceo las historias de adolescentes que se inician en distintas profesiones: desde la Jurisprudencia hasta el ballet.

«Sí, claro que hay libros especiales para chicas y otros para chicos», afirmaba la hermana mayor, sin asomo de mala conciencia feminista.

En contraste, otro grupo de niñas también de esa edad decían que ellas compraban todas las semanas los comics de Tarzán y de Superman y casi nunca Lyly, una especie de comic rosa para quinceañeras. «Los libros de misterio y aventuras son los que más me gustan. Aunque no puedo leer más que los fines de semana porque los deberes no me dejan tiempo; sí encuentro uno que me interesa, no lo dejo hasta que no lo termino», comentaba una de ellas».

Con un concierto de jazz a cargo del grupo Aguamarga se iniciará hoy el programa de actos a las once y media de la mañana. A las seis de la tarde, juego literario, un interesante experimento pedagógico- festivo, con participación del público infantil, y a las ocho, entrega de premios de la Comisión Católica Española de la Infancia.

Para mañana se anuncia, a las once y media, la primera sesión de libro-forum.

(Más información sobre novedades bibliográficas de la Feria del Libro, en suplemento de "Arte y Pensamiento".)