Los delegados rechazaron pedir la legalización del aborto

En virtud de una de las votaciones más confusas y desordenadas que se recuerdan en congresos de partidos políticos, el plenario de delegados del PSOE rechazó ayer la legalización del aborto, en principio incluida en la resolución sobre política sanitaria que había elaborado la comisión correspondiente.Dentro del tema Planificación familiar, la comisión había aprobado una adición en la que se decía que, para terminar con los riesgos que para las mujeres supone el aborto clandestino, debían regularse los medios jurídicos y sanitarios precisos para que la mujer que desee abortar lo haga co...

En virtud de una de las votaciones más confusas y desordenadas que se recuerdan en congresos de partidos políticos, el plenario de delegados del PSOE rechazó ayer la legalización del aborto, en principio incluida en la resolución sobre política sanitaria que había elaborado la comisión correspondiente.Dentro del tema Planificación familiar, la comisión había aprobado una adición en la que se decía que, para terminar con los riesgos que para las mujeres supone el aborto clandestino, debían regularse los medios jurídicos y sanitarios precisos para que la mujer que desee abortar lo haga con las debidas condiciones. A este añadido fue presentada una enmienda de supresión, que muchos delegados no comprendieron, por lo cual el congreso se enzarzó en una discusión de varios minutos con el presidente de la mesa, José Federico de Carvajal, sobre lo que significaba votar una u otra posibilidad.

Sin saber muy bien en lo que consistía cada postura, se produjo una primera votación por tanteo, en la que dio la impresión de que ambas posiciones se encontraban equilibradas. Posteriormente, se produjo la discusión por el procedimiento, y tras una interrupción de varios minutos se pasó a votar de nuevo. En esta ocasión ganaron los partidarios de no hacer mención a la legalización del aborto, pero se ignora por cuánta diferencia, ya que la mesa no facilitó los resultados correspondientes.

El texto finalmente aprobado dice que «la Administración no debe planificar la familia, porque ello supondría atentar contra la libertad individual, pero sí debe facilitar a toda la población la información suficiente sobre los medios de que la ciencia dispone en cada momento para decidir libremente el número de hijos que se deseen tener. Para ello deben existir, dentro de la estructura sanitaria general, centros y servicios de planificación familiar para que todas las mujeres y todas las parejas que lo deseen puedan recibir el asesoramiento y la asistencia médica que soliciten, de acuerdo con sus creencias y sus maneras de entender la vida».

Otros temas de la ponencia sanitaria se refieren a la necesidad de un organismo, desvinculado de la Seguridad Social, que evite la dispersión actual de competencias y recursos.