"Es necesario reforzar el Pacto de Varsovia"

Los nombres de Ceaucescu y de Rumania han sido evitados en los comentarios aparecidos ayer en dos medios de difusión soviéticos en los que se hacía una defensa de los temas tratados en la última reunión de los líderes del Pacto de Varsovia, celebrada en Moscú los pasados días 22 y 23 de noviembre.El diario Pravda publicaba en la mañana de ayer un amplio comunicado en su primera página firmado por el buró político del Comité Central del PCUS, el Soviet Supremo de la URSS y el Consejo de Ministros, quienes declaraban su «plena satisfacción por los resultados de la conferencia».

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Los nombres de Ceaucescu y de Rumania han sido evitados en los comentarios aparecidos ayer en dos medios de difusión soviéticos en los que se hacía una defensa de los temas tratados en la última reunión de los líderes del Pacto de Varsovia, celebrada en Moscú los pasados días 22 y 23 de noviembre.El diario Pravda publicaba en la mañana de ayer un amplio comunicado en su primera página firmado por el buró político del Comité Central del PCUS, el Soviet Supremo de la URSS y el Consejo de Ministros, quienes declaraban su «plena satisfacción por los resultados de la conferencia».

En el comunicado aparecido ayer se hace una crítica a los chinos, «que persiguen fines hegemonistas y expansionistas», y a la OTAN, «cuyos dirigentes quieren volver a los tiempos de la guerra fría..., y lo demuestran fortaleciendo la carrera armamentista con la esperanza de mantener la prioridad militar».

Es significativo que al final del comunicado, en el que examinan los distintos puntos tratados por los reunidos, omitan el nombre de Rumania al hacer la relación de los Gobiernos representados.

Por otra parte, la agencia Tass, a través de un artículo firmado por Yuri Kronikov, se refiere a la reunión del Pacto de Varsovia y justifica la postura criticada por Ceaucescu, sin nombrarlo. Afirma que. es necesario «mantener y reforzar el potencial defensivo de las fuerzas armadas de los países del Tratado de Varsovia ante la carrera armamentista estimulada sin cesar por los dirigentes de la OTAN», y por último señala que la URSS y los «Estados amigos de la paz de la comunidad socialista no pueden ser indiferentes a tal situación».