Managua, una ciudad desierta

Después de informarse públicamente que el Gobierno del general Anastasio Somoza había abortado una conspiración contra su Gobierno, esta capital se sumió ayer en un silencio que le daba el aspecto de una ciudad fantasma.Vigilancia militar casi nula debido a que las tropas fueron acuarteladas, poca circulación de vehículos, muchos bares nocturnos cerrados y poca gente circulando por las calles.

El silencio era únicamente interrumpido por el sonido de los estallidos de bombas en algunos barrios periféricos.

Se calcula que la rebelión dentro del Ejército la encabezan un grupo...

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Después de informarse públicamente que el Gobierno del general Anastasio Somoza había abortado una conspiración contra su Gobierno, esta capital se sumió ayer en un silencio que le daba el aspecto de una ciudad fantasma.Vigilancia militar casi nula debido a que las tropas fueron acuarteladas, poca circulación de vehículos, muchos bares nocturnos cerrados y poca gente circulando por las calles.

El silencio era únicamente interrumpido por el sonido de los estallidos de bombas en algunos barrios periféricos.

Se calcula que la rebelión dentro del Ejército la encabezan un grupo de unos seis oficiales, incluyendo algunos de alta graduación, lo mismo que entre cuarenta y cincuenta soldados.

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Todos fueron capturados y ayer comenzaron a comparecer ante una comisión investigadora, presidida por el coronel Nicolás Valle Salinas, que llegó recientemente de México para hacerse cargo del mandó de la Jefatura de Policía de Managua.

Entre los oficiales mencionados como implicados en la conspiración figura el coronel Luis Manuel Larios, comandante de Waslala. Se ha mencionado también al coronel Efraim Santamaría, comandante de la quinta compañía de esta capital, que negó a Efe su participación.

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