Ayer concluyó el "camino del arcipreste" por la unidad de Castilla

Ayer concluyó la marcha por el camino del Arcipreste de Hita, en la que han participado cien caminantes y que ha sido organizada por la Comunidad Castellana. Bajo el lema Por una Castilla unida, los participantes han cubierto el recorrido del Libro de Buen Amor del arcipreste, desde Hita a Guadalajara, y desde el pasado día 19 hasta el de ayer, 28.La ruta, que ha sido cortada por acampadas en los principales lugares y por la celebración de conferencias-coloquios y fiestas populares, ha corrido por tierras de Guadalajara, Madrid y Segovia, en las que se desarrolla el...

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Ayer concluyó la marcha por el camino del Arcipreste de Hita, en la que han participado cien caminantes y que ha sido organizada por la Comunidad Castellana. Bajo el lema Por una Castilla unida, los participantes han cubierto el recorrido del Libro de Buen Amor del arcipreste, desde Hita a Guadalajara, y desde el pasado día 19 hasta el de ayer, 28.La ruta, que ha sido cortada por acampadas en los principales lugares y por la celebración de conferencias-coloquios y fiestas populares, ha corrido por tierras de Guadalajara, Madrid y Segovia, en las que se desarrolla el Libro de Buen Amor.

Esta que concluyó ayer es la segunda marcha organizada por la Comunidad Castellana. El año pasado, una similar recorrió, con idénticos fines de relación estrecha con la realidad histórica y sociocultural castellana, el camino del Cid.

Comunidad Castellana, según sus propias bases, postula y promueve la integración de todos los pueblos y tierras «que se asientan y forman parte del área territorial de Castilla, respetando sus propias opciones democráticas adoptadas», para lo cual rechaza los proyectos de territorios autonómicos que dividirían Castilla en varias fracciones: Cantabria, La Rioja y restos de Castilla al norte y sur de la cordillera Carpetana, «ya que ello supondría la disolución de una nacionalidad histórica en unas cuantas regiones y subregiones culturales y geográficas». Reconoce la castellanía de Cantabria y La Rioja, aunque señala sus peculiaridades culturales y rechaza la asimilación de Castilla a la cuenca del Duero; reivindica la castellanía de Madrid y sus tierras, «sin perjuicio de aceptar para ésta el servicio de albergar la capital de España, lo que habría de ser regulado mediante un estatuto especial».

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