Cartas al director

¿Convalidar un genocidio?

Por la prensa de estos días he tomado conocimiento de una próxima visita del rey Juan Carlos a Argentina.La noticia nos ha preocupado hondamente a miles de argentino (que hemos sido forzados a abandonar nuestro país) por la utilización que el régimen del general Videla puede hacer de esa visita.

Como usted bien sabe (su periódico es un buen testigo de ello) las matanzas y secuestros continúan enArgentina. Un cable de una agencia internacional de noticias daba cuenta hace apenas un, semana de que desde la terminación del Mundial de Fútbol hasta el presente año desaparecido las quinientas...

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Por la prensa de estos días he tomado conocimiento de una próxima visita del rey Juan Carlos a Argentina.La noticia nos ha preocupado hondamente a miles de argentino (que hemos sido forzados a abandonar nuestro país) por la utilización que el régimen del general Videla puede hacer de esa visita.

Como usted bien sabe (su periódico es un buen testigo de ello) las matanzas y secuestros continúan enArgentina. Un cable de una agencia internacional de noticias daba cuenta hace apenas un, semana de que desde la terminación del Mundial de Fútbol hasta el presente año desaparecido las quinientas personas. El promedio es de seis personas por día. Recientemente fue secuestrada y presuntamente asesinada la presidente del Colegio de Psicólogos y dos profesionales de ese colegio.

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Hoy mismo leo en EL PAIS que ha sido secuestrado uno de los más importantes dirigentes sindicales argentinos, que recientemente integró la comisión que asistió a la OIT.

Utilizando palabras de Patricia Derian (funcionaria del Departamento de Estado norteamericano): «El cúmulo de evidencias sobre violaciones de los derechos humanos en Argentina es de tal magnitud, que resulta una pérdida de tiempo invertir energías en demostrarlas. » Los hechos públicos y notorios no necesitan demostración.

Ante este panorama, la visita del rey Juan Carlos a Buenos Aires tiene el enorme riesgo de ser utilizada, tal como ocurrio con el Mundial de Fútbol, para lavar la sangre con que están manchados los militares argentinos. Podría servir para que el régimen rompa parcialmente el virtual aislamiento a que lo han sometido todos los países civilizados de Occidente.

Por tanto, la visita del Rey sólo podría justificarse en el caso de que lleve la clara intención de impulsar la pacificación y la democratización de nuestro atribulado país. En caso contrario sería otro paso de la diplomacia española tan inexplicable como el voto en contra de la condena del régimen chileno en la ONU.

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