Extraordinario ambiente en Sevilla ante la reaparición de El Cordobés y Diego Puerta

El ambiente que hay en Sevilla para el festival de esta tarde es sencillamente extraordinario, y puede añadirse, sin temor a concesión alguna a las exageraciones, sin precedentes. La reaparición de Diego Puerta y El Cordobés, los cuales torearán a beneficio de La Vejez del Torero, ha puesto en movimiento a toda la Andalucía taurina, podemos añadir que a la no taurina también, y la Maestranza, donde se celebra el festejo, registrará un gran lleno.

Desde hace diez días están agotadas las localidades en taquilla, y en estos momentos no hay dónde encontrarlas, si no es en las manos de muy c...

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El ambiente que hay en Sevilla para el festival de esta tarde es sencillamente extraordinario, y puede añadirse, sin temor a concesión alguna a las exageraciones, sin precedentes. La reaparición de Diego Puerta y El Cordobés, los cuales torearán a beneficio de La Vejez del Torero, ha puesto en movimiento a toda la Andalucía taurina, podemos añadir que a la no taurina también, y la Maestranza, donde se celebra el festejo, registrará un gran lleno.

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Desde hace diez días están agotadas las localidades en taquilla, y en estos momentos no hay dónde encontrarlas, si no es en las manos de muy contados revendedores y a precios astronómicos. Días atrás, el palco, marcado a mil pesetas en los boletos, estaba en el mercado negro a 3.000. Hoy, 3.000 pesetas es prácticamente nada -un contraste más en esta Andalucía en crisis- para ver a Puerta y El Cordobés mano a mano.Abrirá plaza el rejoneador Alvaro Domecq, que es el organiza dor del festival; el único en todo el taurinismo que a estas alturas ha conseguido reunir en un mismo cartel a las dos grandes figuras retiradas. Curiosamente, es el más joven de los tres. El de más edad, El Cordobés, al friso ya de los 43 años, y que, sin embargo, es el último del cartel, porque fue el de más tardía alternativa.

Según nuestras noticias, el fenómeno de Palma del Río se ha preparado a fondo para el compromiso de esta tarde. Como lo suyo no es el toreo de cabeza y mando, sino la pirueta, el salto y el rodillazo, junto a la puesta a punto para atemperar las embestidas de las reses ha sido el ejercicio físico el aspecto más importante de los entrenamientos.

Diego Puerta, 36 años, lleva más de quince días de entrenamiento en la ganadería de su propiedad. En un principio no quiso saber nada del festival. Su gran pega era precisamente el escenario. Declaró a EL PAIS: «Aparte de que nadie me ha dicho nada para que participe (no sé de dónde se habrá sacado El Cordobés que vamos a torear con él Camino y yo), no estoy preparado para afrontar un compromiso como el de reaparecer en la Maestranza, nada menos.» Se ignora qué pudo pasar después, qué argumentos utilizó Domecq, pues, una semana más tarde aceptaba el ofrecimiento: «La Vejez del Torero necesita fondos, y para una obra tan buena.como ésta, aquí estoy yo.»

Por todo Sevilla no hay otro comentario estos días: Puerta y El Cordobés, además de la obra benéfica, tienen el proyecto de hacer en este 1978 una temporada corta, en plazas de poco compromiso, para llevarse una millonada. Diego Puerta nos decía anoche que no hay tal cosa: «¿Puede asegurar rotundamente, entonces, que no volverá a vestirse de luces?» . ¡Hombre, rotundamente ... ! Lo que sí le digo es que de momento no hay nada, no lo he pensado, ningún empresario o exclusivista me ha hablado de tal cosa. « Pero no me negará que le ilusiona volver a los ruedos. » Pues sí, claro; uno es torero, a eso me he dedicado siempre... La vocación no se pierde nunca. «¿Volvería, con El Cordobés, como ahora, para formar pareja durante una campaña de un año, éste en que estamos, precisamente?» No sé, porque ya le digo que no lo he pensado.

Tres temporadas lleva inactivo Diego Puerta. Se despidió en la Maestranza, el 12 de octubre de 1974. El Cordobés lo hizo antes. Ambos conservan su popularidad. El Cordobés sigue siendo el mito -¿será mucho decir «el mito por antonomasia»?-. Puerta tiene toda la simpatía y el prestigio que se deducen de un torero con la vergüenza que es la fama de los de su oficio y que siempre lo entregó todo.

Los novillos son de Ramón Sánchez, cuidadosamente elegidos para la ocasión. Hay un único temor: el tiempo. Durante toda la semana ha llovido en Sevilla. No siempre con intensidad, y con abundantes calabobos. Pero la suspensión del espectáculo es un riesgo que apenas se considera. Quizá porque la opinión está en la misma creencia que nos manifestaba Alvaro Domecq (padre): «Con un llenazo como éste, y además teniendo en cuenta el buen drenaje del ruedo de la Maestranza, mucho, ¡pero mucho!, tendría que llover para que el festival no se diera.

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