La industria conservera gallega anuncia cierres en cadena

En las próximas semanas se producirán cierres en cadena en la industria de conservas de pescado de Galicia, que representa el 53% del total nacional. Los empresarios solicitarán moratorias en el pago de la Seguridad Social e intentarán, a través de los parlamentarios gallegos, que la Administración resuelva la grave crisis.La industria conservera ha llegado al índice de producción más bajo de su historia: la ocupación no supera el 35%. De los 25.000 trabajadores directos del sector, en Galicia, más del 50% están en paro; solamente en la provincia de Pontevedra son 8.700, la mayoría de ellos, ...

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En las próximas semanas se producirán cierres en cadena en la industria de conservas de pescado de Galicia, que representa el 53% del total nacional. Los empresarios solicitarán moratorias en el pago de la Seguridad Social e intentarán, a través de los parlamentarios gallegos, que la Administración resuelva la grave crisis.La industria conservera ha llegado al índice de producción más bajo de su historia: la ocupación no supera el 35%. De los 25.000 trabajadores directos del sector, en Galicia, más del 50% están en paro; solamente en la provincia de Pontevedra son 8.700, la mayoría de ellos, fijos discontinuos. En los últimos meses han desaparecido más de veinte industrias.

Según directivos de la Unión de Fabricantes de Conservas de Galicia, la Administración central tiene buena parte de culpa en la crisis. No hizo caso alguno del plan de reestructuración presentado por el sector hace cuatro años y no ha puesto remedio al progresivo deterioro de la flota de bajura, principal suministradora del sector conservero. A estos problemas se unen últimamente otros de especial gravedad, como el hecho de que resulte imposible conseguir túnidos y cefalópodos, que constituyen el 54% de las materias primas que transforma el sector. La falta de adecuado desarrollo del régimen de derechos compensatorios hace que no se puedan adquirir en el mercado internacional estos productos, en tanto la flota española los vende a precios muy ventajosos a otros países, que luego son competidores de España en el sector conservero.

Los conserveros, piden que se les permita acceder a mercados internacionales, sin derechos compensatorios protectores de nuestra flota -que ha demostrado no necesitarlos- y que se liberalicen los precios de venta de las conservas, ya que se da el contrasentido de que tienen precios controlados, en, tanto no lo están los de las primeras materias. Piden un conjunto de medidas entre las que figura el cupo necesario de aceite, que en este. momento está al 50% de las necesi dades, del sector. «Es evidente que la Administración nos obliga a convertirnos en estraperlistas -han comentado varios empresarios a EL PAIS-, al tener que adquirir en el mercado negro a precios excesivos, el aceite que necesitamos.»

La industria conservera gallega -12.000 millones de pesetas de producción, de los que más de 2.000 millones se exportan-, según sus portavoces, no quiere plantear dificultades a la flota pesquera, pero considera que debe recibir el mismo trato. Denuncian en este sentido la operación montada por el Gobierno para conseguir licencias de pesca en Senegal: además de ayudas a aquel país, se autoriza la importación de quinientas toneladas de túnidos en conserva, sin aplicación de derechos compensatorios y libres de aranceles, cuando se mantienen grandes limitaciones para la importación de materias primas por parte de la industria nacional.

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