Un saludo de Vicente Aleixandre
Recuperándome de una operación de la vista, no puedo sino dictar este brevísimo saludo a la llegada de Rafael Alberti. España brilla con su luz mejor en esta mañana de primavera. La física conjunción con su patria -de la que no se separó nunca- es una luz en el cielo, pero es un estallido de chispas sobre la tierra: el de los corazones españoles.El poeta, así lo he creído siempre, es la expresión de los demás hombres, y esto todos lo saben, aunque no lo piensen. Yo me uno al coro general, como un espanol más, pero alargo mi brazo, éste, sí, mío, y que es el mismo que, dio el primer abrazo a Ra...
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Recuperándome de una operación de la vista, no puedo sino dictar este brevísimo saludo a la llegada de Rafael Alberti. España brilla con su luz mejor en esta mañana de primavera. La física conjunción con su patria -de la que no se separó nunca- es una luz en el cielo, pero es un estallido de chispas sobre la tierra: el de los corazones españoles.El poeta, así lo he creído siempre, es la expresión de los demás hombres, y esto todos lo saben, aunque no lo piensen. Yo me uno al coro general, como un espanol más, pero alargo mi brazo, éste, sí, mío, y que es el mismo que, dio el primer abrazo a Rafael, hace 55 años. Vivo está y dura desde entonces. Al compañero fidelísimo, al amigo sin tregua, desde este sentimiento resplandeciente, ¡salud!