Serias divergencias en la Junta chilena
El intento del general Pinochet de monopolizar el poder y relegar a un plano decorativo a los otros jefes de la junta está llevando a serias fricciones en el seno de las Fuerzas Armadas. EI general Leigh, jefe de la Fuerza Aérea, amenazó con abandonar la junta y retirarse a sus cuarteles, si Pinochet insiste en sus propósitos.Las dificultades dentro de la junta que integran Pinochet (Ejército), Merino (Armada), Leigh (Aviación) y Mendoza (Carabineros) se iniciaron a principios de año, cuando el primero envió un proyecto reservado, donde planteaba una nueva estructura de gobierno que le contení...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El intento del general Pinochet de monopolizar el poder y relegar a un plano decorativo a los otros jefes de la junta está llevando a serias fricciones en el seno de las Fuerzas Armadas. EI general Leigh, jefe de la Fuerza Aérea, amenazó con abandonar la junta y retirarse a sus cuarteles, si Pinochet insiste en sus propósitos.Las dificultades dentro de la junta que integran Pinochet (Ejército), Merino (Armada), Leigh (Aviación) y Mendoza (Carabineros) se iniciaron a principios de año, cuando el primero envió un proyecto reservado, donde planteaba una nueva estructura de gobierno que le contenía el control total de] poder ejecutivo y del legislativo y el mando total de las Fuerzas Armadas; además pedía el derecho de designar a su sucesor.
La actual estructura gobernante otorga el poder ejecutivo a Pinochet, mientras que la junta asume el papel del legislativo. En el aspecto militar, cada comandante en jefe mantiene las atribuciones para designar los mandos, y en el aspecto político tienen la facultad de rechazar las designaciones ministeriales.
Pinochet dio un plazo de cuatro meses -a partir del 4 de enero- para que los demás integrantes de la junta aprobaran su proyecto.
De acuerdo a lo que se comenta en los medios castrenses, donde la iniciativa ha originado fuertes críticas, tanto Merino como Leigh ya han expresado su rechazo al plan de Pinochet. Leigh fue más allá y amenazó con retirarse de la junta si se lleva adelante el proyecto, que pondría término a la influencia castrense dentro del Gobierno, el único factor que ha permitido equilibrar hasta el momento el cada vez más acentuado sesgo personalista del régimen.